Conspiración de silencio en Gstaad
Un auténtico muro de silencio encontró el corresponsal de EL PAIS en Bonn al intentar obtener información por teléfono en Gstaad y Sanen sobre el accidente del Rey de España. Ni la policía, ni la oficina de turismo de Gstaad, ni el hospital de Sanen quisieron facilitar informaciones sobre el accidente.
La policía local remitía "a la Embajada de España en Berna. No le podemos dar informaciones. Esto no es un secreto de Estado, pero esto es Suiza y no podemos dar informaciones". El policía añadió después que el accidente del rey Juan Carlos "no fue una cosa seria, es algo que pasa todos los días. No se trata de algo que mueva el mundo. El Rey pasó la noche en el hospital de Sanen para mayor tranquilidad".
El policía confirmó que el Rey fue transportado, en helicóptero a Ginebra, de donde salió en un avión especial hacia Madrid. "El hecho de que le llevasen en helicóptero indica que estaba en condiciones de ser transportado", añadió el policía. En la oficina de turismo de Gstaad una chica joven aseguraba una y otra vez, con marcado acento suizo: "No puedo decir nada. No sabemos exactamente lo que pasó y no podemos decir nada. El único que puede decir algo es el director, el señor Tauxe, pero ha salido y no volverá hasta mañana". Ante las preguntas insistentes, la chica respondió: "Son órdenes de arriba. No puedo decir nada". Las órdenes parecían salir más bien de una voz masculina que, al lado, le daba instrucciones.
Negativa categórica en el hospital de Sanen, donde el Rey pasó la noche. La telefonista repetía mecánicamente la frase "Tenemos obligación de guardar secreto profesional y no podemos dar ninguna información".
Pararon los remontes
Más explícito estuvo un director de turismo de Gstaad, jubilado ya, que había tenido noticias del accidente el Rey "por mi médico, que me lo contó en el club Rotary". Según el ex funcionario turístico, Ia nieve era precaria y era arriesgado esquiar. Hoy se han parado los remontes porque no tiene sentido esquiar. Llueve hasta los 2.000 metros, y esquiar en estas circunstancias es peligroso".El funcionario explica que en sus tiempos, "y siempre fui sincero, no se podía esquiar en estas condiciones. No entiendo cómo el profesor de esquí que acompañó al Rey le permitió esquiar". En Gstaad se hablaba de fractura de pelvis, y el funcionario jubilado comentó,que "es algo doloroso y que dura mucho, pero su Monarca es joven, aunque tendrá que estar algún tiempo escayolado".
En la Embajada española en Berna, el embajador no estaba, porque había ido a Ginebra para esperar la llegada del helicóptero que transportaba al Rey. Un diplomático declaró a EL PAIS que no creía que el rey Juan Carlos tuviese una fractura, sino sólo una simple fisura, y atribuía el accidente, "probablemente, a las pésimas condiciones en las que se encontraba la nieve".
La Prensa amarilla de la República Federal de Alemania se había hecho eco días pasados de la escasez de nieve en Gstaad y habían mencionado al rey Juan Carlos entre los visitantes frustrados de la estación invernal suiza.
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