El Rey sufre una fisura de pelvis provocada por una caída mientras esquiaba en Suiza

Viene de la primera páginaLa familia real se trasladó el pasado día 27 a Gstaad, donde pasó el fin de año. El esquí es una de las aficiones deportivas favoritas del Rey y su familia, que durante los meses de invierno visitan frecuentemente las pistas de Baqueira-Beret, donde poseen un chalé. Sin embargo, estas Navidades, la familia real optó por pasar las vacaciones en la estación turística suiza de Gstaad, cuyas pistas no estaban en buenas condiciones.

Ya el pasado día 29 de diciembre el matutino suizo Blick se hacía eco de una información según la cual el Rey estaba contrariado por haber encontrado las pistas cubiertas de hielo, lo que dificulta y convierte en peligrosa la práctica de este deporte. El hielo ha sido la causa de la caída que le produjo la mencionada lesión cuando esquiaba en la tarde del lunes en la zona conocida como Schonried, en compañía de la infanta Elena.

Tras la caída, fue trasladado de Gstaad a Sanen, distante dos kilómetros, y en cuyo hospital fue atendido y pasó la noche. Junto a los médicos locales atendieron al Rey los doctores españoles Figueras y Galofret, que también pasaban sus vacaciones en la zona. En la mañana de ayer fue trasladado en helicóptero al aeropuerto de Ginebra, desde donde regresó a Madrid en un DC-8 de la Fuerza Aérea Española. Hizo el viaje acompañado por la Reina y las dos infantas. El príncipe Felipe llegó a bordo de un Mystére instantes después. Felipe González acudió al aeropuerto de Barajas para recibir a la familia real. El Rey fue bajado del avión en camilla, pero su aspecto general era bueno, según informaron testigos presenciales Un helicóptero le transportó a la Zarzuela, donde permanecieron con él hasta las ocho de la tarde los médicos que le habían acompañado.

Un portavoz de la Casa Real informó que el estado del Rey era bueno, como lo demostraba el hecho de que los médicos que le habían atendido no consideraron necesario permanecer con él. Uno de ellos, el doctor Figueras, es amigo personal del Rey y especialista en todo tipo de lesiones producidas por la práctica. del esquí, deporte al que también es muy aficionado. La base del tratamiento es el reposo y la inmovillidad. No obstante, el Rey continuará despachando los asuntos propios de su cargo, aunque sin moverse de la Zarzuela hasta que sea dado de alta. Ayer se recibieron en el palacio llamadas telefónicas de numerosas personalidades de todo el mundo interesándose por el estado de salud de don Juan Carlos.

Especialistas consultados por este periódico se mostraron remisos a valorar la lesión que padece el Rey, toda vez que se carece de los datos concretos de la misma. El pronóstico varía según la zona de la pelvis afectada, y el tiempo de curación también es distinto, según se trate de una fisura o de una rotura. En cualquier caso, pese a tratarse: de una lesión incómoda y dolorosa, normalmente no reviste gravedad en personas jóvenes y de hábitos deportivos, como es el caso del Rey.

La pelvis es el cinturón óseo situado en la zona inferior del tronco, articulado con la columna vertebral, por la parte alta, y con las extremidades inferiores por abajo. Está compuesto de cuatro huesos: atrás, el sacro y el cóccix, y a los lados, los huesos coxales o ilíacos.

El 21 de junio de 1981, el Rey resultó herido al atravesar de manera accidental el cristal de una puerta de acceso a la piscina del palacio de la Zarzuela. El Monarca ingresó en el Hospital Central de la Cruz Roja de Madrid, donde fue intervenido quirúrgicamente durante más de dos horas, y hubo de permanecer hospitalizado hasta mediodía del día siguiente.