Un incendio, provoca importantes daños materiales en el palacio arzobispal y en la Curia de Granada
Un aparatoso incendio, declarado poco antes de las siete de la mañana del día 31, destruyó los edificios del palacio arzobispal y la Curia Eclesiástica de Granada, considerados ambos como piezas clave del patrimonio histórico-artístico y cultural de la ciudad. Aunque las pérdidas materiales no han sido aún evaluadas, se consideran bastante importantes, aunque no tanto como se temió en un principio. También cinco personas tuvieron que recibir asistencia médica, de escasa consideración, entre ellas el arzobispo, José Méndez Asensio, y dos miembros del cuerpo de bomberos.
El ministro del Interior, José Barrionuevo, se trasladó ayer a Granada, donde asistirá hoy a los actos conmemorativos de la reconquista de la ciudad, para interesarse en persona por las pérdidas sufridas en ambos palacios a consecuencia del grave incendio.El fuego se inició, al parecer de manera fortuita en un puesto de juguetes de la plaza Bib-Ramblá, donde en estas fechas se instalan los vendedores de regalos navideños y de Reyes, y a uno de cuyos laterales da la espalda de los edificio siniestrados. Las llamas prendieron fácilmente en las ventanas bajas y cierres de madera del Palacio Arzobispal, así como en la pintura de las paredes, ascendiendo hasta las cornisas y aleros del tejado, todo ello de madera vieja de pino altamente combustible.
El fuego se extendió inmediatamente al edificio contiguo de la Curia, penetrando en la última planta de este inmueble, donde ocasionó el derribo de las vigas y artesonado interiores.
Según datos de urgencia publicados por Diario de Granada, que sacó a la calle una edición especial sobre el suceso, una evaluación provisional de los daños permite concluir que han resultado destruidas la totalidad de las cubiertas de los dos edificios, la carpintería y los cierres de la fachada posterior del palacio, la escalera principal de éste y el artesonado mudéjar de la escalera de la Curia.
Gracias, sin embargo, al trabajo de un improvisado equipo de rescate, pudieron recuperarse numerosas piezas de gran valor artístico, entre ellas varias esculturas y cuadros de Alonso Cano Valdés Leal y la escuela de Ribera, además de legajos históricos y dos terceras partes de la importante biblioteca de la Curia.
