_
_
_
_

Más de 1.500 soldados han limpiado un total de105 kilómetros de calles

La retirada de las fuerzas militares el último día del año se dio a conocer en el transcurso de una gira y almuerzo realizados el pasado viernes en los pueblos de Benegida y Gabarda, con la presencia del presidente de la Generalitat, Joan Lerma, y del capitán general de la III Región Militar, Rafael Allende Salazar. También acompañaron a ambas personalidades Eugenio Burriel, gobernador civil, y Mañuel Girona, presidente de la Diputación, además de una amplia representación de los medios informativos, que pudieron sobrevolar de nuevo, en helicóptero, la zona de las inundaciones.La intervención del Ejército ha tenido tres etapas diferentes en relación al desarrollo de los acontecimientos. La primera fase de emergencia fue cubierta, sobre todo, por los helicópteros, que rescataron de los tejados a infinidad de personas aisladas por las aguas en sus casas y llevaron víveres y medicamentos donde se requerían. Un total de 54 helicópteros realizaron más de 260 misiones especiales. Con su actuación se evacuaron 2.200 personas y transportaron 211.000 kilos de abastecimientos.

Pasados los primeros días se inició la operación barro en las poblaciones más importantes, Alcira y Carcagente. La II Región Militar recibió para esta tarea material procedente incluso de otras regiones, que permitió recuperar la viabilidad de las calles de estas ciudades. Un total de 129 máquinas de todo tipo participaron junto. a millar y medio de soldados, que inviertieron en veintiséis días más de 400.000 horas de trabajo. El minucioso estadillo facilitado por la oficina de relaciones públicas de la Capitanía cuantifica en 105 kilómetros la longitud de calles limpiadas.

Por último, a partir del día 20 de noviembre el Ejército asumió la responsabilidad de mantener abiertos unos comedores en Benegida y Gabarda. Llegó a un acuerdo con el Ministerio del Interior para que los suministros destinados a los damnificados fueran a cargo del presupuesto ministerial.

Previamente, la II Región Militar ya había desembolsado en el mantenimiento de ambas poblaciones 4.789.000 pesetas. En su conjunto, la operación barro supuso un coste para las arcas militares de 48.400.000 pesetas.

La despedida, coincidiendo con Noche Vieja, fue acompañada de una cena especial para los 1.500 comensales que han acudido a diario a los comedores militares. Anteayer, la gente hacía cola para recoger una bolsa especial para la cena, que había requerido un día de intenso trabajo a la Intendencia militar. La bolsa contenía una bandeja con trucha y gambas; otra con pollo, dulces, frutas, uvas, un botellín de champán y una cerveza. "Empezamos con ochocientas raciones entre Gabarda y Benegida", comentaba el general Narvión, de Intendencia. "Pero hoy hemos preparado 1.500". Este incremento se ha producido durante el mes de diciembre con las personas que han regresado al pueblo tras la evacuación forzosa. Los dos comedores han sido el único lugar de encuentro de los habitantes de ambos pueblos que viven y duermen repartidos por los municipios limítrofes que no se vieron afectados por la intensidad de la riada del Júcar.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_