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Reportaje:

La expedición española a la Antártida inició ayer la travesía del Atlántico

Un programa de ciencia aplicada consistente en el estudio cualitativo y cuantitativo del krill y una acción de ciencia pura centrada en análisis físicos, químicos, geológicos y biológicos del cráter sumergido de la isla Decepción serán la base del proyecto científico que acometerá la primera expedición española a la Antártida, según declaró a este diario Carlos Palomo Pedraza, principal responsable científico del viaje. La goleta Idus de Marzo salió ayer de Santa Cruz de Tenerife, procedente del puerto de Las Palmas, rumbo a Salvador da Bahía, en Brasil, tras embarcar más de una tonelada de material científico.

Carlos Palomo Pedraza manifestó que la primera fase del programa científico se centrará en el krill (pez joven en noruego) "con objeto de acercarnos al tema antártico que despierta mayor interés entre la comunidad científica internacional y porque una profundización por nuestra parte en el estudio cualitativo y cuantitativo de esta especie es un servicio a nuestros armadores y al sector pesquero español"."Hablar de krill", continuaba el responsable científico de la expedición, "no es hablar del futuro. La flota rusa tiene decenas de buques factoría donde se embarca y se procesa el krill para su posterior comercialización, y está demostrado que esta especie es una importante fuente proteínica que hasta hoy sólo han explotado pocos países".

En cuanto a las dificultades para convertir esta especie en un producto de consumo, Carlos Palomo dijo que "el proceso de modificación, teñido y cambio de gusto es un problema de tecnología alimenticia que no reviste mayores dificultades y sobre el que ya se ha avanzado mucho. Sólo las condiciones atmosféricas y el tiempo disponible podrían rebajar el alcance de esta fase del programa antártico".

Miguel Oliver, ex director del Instituto Oceanográfico y nuevo subsecretario de Pesca, ha sido el impulsor de esta fase de la investigación, reviviendo así un viejo proyecto que no pudo realizarse hace algunos años.

Una semana en isla Decepción

En la isla Decepción, situada en el paralelo 60º sur, se llevará a cabo la segunda fase de la acción científica en la Antártida. Un equipo compuesto por oceanógrafos, físicos, químicos, geólogos y biólogos, además de un meteorólogo del Instituto Nacional de Meteorología realizará estudios multidisciplinarios en la caldera anegada de la isla Decepción, zona elegida por el departamento científico de la Asociación España en la Antártida. Allí, los científicos designados por el departamento correspondiente de la asociación, llevarán a cabo un programa de ciencia pura, es decir, sin un objetivo concreto a corto plazo."Se tiene previsto hacer un análisis de marea, corriente y distribución de temperaturas en superficie y en profundidad. Asimismo se llevarán a cabo unos estudios químicos como salinidad y nutrientes y en el terreno biológico" manifestaba Carlos Palomo, "la pesca de plancton y especialmente, el estudio de las comunidades ventónicas, esto es, de los animales que viven en los fondos marinos y de su evolución a raíz de las últimas erupciones volcánicas que vivió la isla Decepción en la pasada década.

En este sentido, las tres bases científicas, una chilena, otra argentina y una última británica instaladas en Decepción, han sido sucesivamente abandonadas por razones de seguridad. Al parecer, los movimientos sísmicos que se han dado en esa isla generan una fuerte marea en el cráter sumergido por las aguas del Antártico que provocan corrientes de hasta diez nudos (unos dieciocho kilómetros por hora).

Por último, se realizarán estudios de geología marina. Análisis topográficos y técnicas microfisiográficas, la utilización de tecnologías sísmicas de alta resolución y sonar de barrido lateral, además de fotografias submarinas y recogida de muestras por dragas, completarán el apretado programa científico de esta primera expedición española a la Antártida.

Se ha previsto también que un grupo reducido de la expedición recorra la isla para proceder a un censo de animales por medio de métodos fundamentalmente fotográficos, además de una recogida de muestras minerales y botánicas, dentro de las posibilidades que el tiempo conceda a este equipo destacado al interior de la isla.

Todas estas muestras serán posteriormente analizadas en España, mediante la formación de grupos de trabajo del Instituto oceanográfico y de otros organismos científicos que la Asociación España en la Antártida espera contactar con vistas a su participación en el proyecto y su incorporación a futuras expediciones antárticas. Institutos, universidades y organismos autónomos colaborarán en la obtención de resultados y análisis de muestras con objeto de distribuir el trabajo al regreso de la Antártida.

Informe científico

La asociación editará un informe en el que se recopilarán todos los resultados científicos de la expedición para proceder a su posterior distribución entre la comunidad científica internacional. "Con ello", manifestaba a EL PAIS Carlos Palomo, "vamos a lograr un chequeo de los organismos nacionales que se muestran interesados por la Antártida, además de formar un equipo de especialistas que, en un futuro muy próximo, podrían componer el equipo humano de una segunda expedición científica, porque España tiene que tomar a nivel oficial una decisión que apoye su adhesión al Tratado Antártico. Esta primera expedición", continuaba el responsable científico, "puede conceder a España el estado de miembro consultivo del Tratado Antártico y, en otro caso, sería, desde luego, ese primer paso que hasta ahora nadie había dado".Por otra parte, fuentes de la asociación manifestaron a este diario que la primera expedición científica española a la Antártida es de carácter privado, con las limitaciones que ello supone, y que en ningún caso se pretende llevar a cabo un programa científico a gran escala. "Este proyecto", enfatizaba Guillermo Cryns, presidente de la asociación, "pretende ser el primer paso de España en ese sexto continente, y, sobre todo, pretende concienciar a la opinión pública y a la Administración sobre el tema antártico, además de crear una primera generación de científicos especializados en la Antártida que podrían formar el núcleo de esa segunda expedición ya oficial que deseamos todos los miembros de la asociación. Sería el primer paso, también, que nos llevaría hacia la instalación de una base científica y a la creación del Instituto Antártico Español".

Por su parte, dos científicos del Centro Regional de Investigaciones Acuáticas de Asturias (CRINAS) embarcaron ayer en la goleta Idus de Marzo para proceder al estudio de fauna de las zonas intermareales en partes del litoral próximas a las escalas que realizará la expedición antes de posicionarse en la Tierra del Fuego chilena. Uno de ellos, Alberto Vizcaíno, se incorporará al equipo del Instituto Oceanográfico para el viaje a la Antártida.

Ayer la Idus de Marzo largaba amarras del puerto,de Santa Cruz de Tenerife, última escala en territorio nacional, rumbo a Salvador da Bahía, en Brasil, donde espera llegar el próximo 15 de enero de 1983.

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