Una 'vieja' ciencia
"De lo que no se sabe hablar, debe uno callarse", diría aquí Wittgenstein. Me refiero, en este caso, a ciertos sociólogos que hablan de pedagogía: da la sensación de que lo hacen para molestar a los pedagogos, pero lo único que consiguen es poner de manifiesto su incompetencia, su malhumor y una agresividad que cualquier psicólogo podría atribuir a no sé qué oculta frustración profesional.En una carta al director publicada en este periódico el 16 de diciembre, alguien que se identificaba como sociólogo hablaba de la pedagogía social en términos que delatan su elemental falta de información sobre ella. Sólo a título informativo, pues, le Puedo recordar lo siguiente:
1. No es una ciencia nueva sino tan vieja como la sociología de la educación, pues nació junto con ésta hace ya ochenta años.
2. No ha sido promovida por los pedagogos españoles (¡qué más quisieran ellos que tener tal honor!).
3. No se encuentra en los planes de estudio de casi ninguna universidad española (fallo que debería superarse pronto).
4. Todas las universidades alemanas la explican a manos llenas desde siempre, y hoy más que nunca.
5. Lo cual no impide que se explique también sociología de la educación, pues ésta se parece a la pedagogía social tanto como la gimnasia a la magnesia.
6. En el último congreso celebrado en Santiago se llamó a una socióloga francesa para que hablara sólo de gimnasia, pues la magnesia se suponía que no es lo suyo.
7. La pedagogía social no pretende desplazar a la sociología de la educación, pues es otra cosa.
Los sociólogos de la educación sabrán ciertas cosas de educación, pero, desde luego, nada saben de pedagogía. Cuando hablan de ambas no logran sino evidenciar su confusionismo. Que dejen, pues, a los pedagogos con su pedagogía social y no sigan emitiendo unos juicios que no logran dar enojo porque, simplemente, dan pena. /
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