No querer abogado
Los ciudadanos de este país han andado tan faltos de derechos que, cuando los tienen, muchas veces ni saben ejercitarlos. Un ejemplo de lo dicho vale más que mil teorías sobre el tema: es el caso de los detenidos que renuncian al asesoramiento de un abogado. Resulta que gran parte de los detenidos por la policía pasa de letrado, prefiere que no se ocupe de él. Seguramente habrá muchas razones para tal actitud. La primera, la bisoñez del derecho, regulado desde hace tan sólo cuatro años. Luego, la desconfianza del detenido, el temor a la demora del procedimiento, la ignorancia sobre la gratuidad del abogado de oficio, etcétera.Al igual que los músculos, los derechos sólo se desarrollan con su ejercicio. Así que bueno es el anteproyecto legal que convertirá en obligatoria la asistencia legal a los detenidos, en vez de mantener la opcionalidad actual. Es de desear que otros derechos, de más generalizado disfrute que el que nos ocupa, vayan haciéndose un lugar al sol en el ejercicio cotidiano de los ciudadanos españoles.
28 de diciembre
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