En el partido pro damnificados dejaron de ganarse 50 millones
El retraso en la fecha del partido prodamnificados de las riadas en Cataluña y Levante, jugado el pasado domingo, supuso una pérdida aproximada de cincuenta millones de pesetas. La escasa afluencia de público apenas dejó en taquilla siete millones de pesetas, y sólo los extras salvaron de un lamentable ridículo la recaudación. A esos siete millones hay que añadir otros cinco por publicidad estática, diez de la fila cero, y veintidós que pagó RTVE. En total, 44 millones, cuando, de haber hecho las cosas de otra forma, el 14 de noviembre, primera fecha dada por el promotor de la idea, se habrían podido obtener casi cien millones de pesetas.A juicio de una de las personas que mayor voluntad puso para evitar el desastre, la organización del choque podría entrar de lleno en "las historias para no dormir". Inicialmente, la idea de celebrar este encuentro partió de la revista deportiva barcelonesa Don Balón. Su director, Miguel Rico, se puso en contacto con el gerente del Barcelona, Antón Parera, para solicitar el Camp Nou para el día 14 de noviembre. Parera negó el campo barcelonista. Con posterioridad, se solicitó al Real Madrid, que se mostró de acuerdo en ofrecer el Bernabéu para la fecha apuntada del 14 de noviembre, que se consideraba idónea porque las noticias sobre las riadas todavía ocupaban los principales lugares en los medios informativos.
En efecto, clubes y jugadores, e incluso la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), enviaron telegramas a Don Balón confirmando su apoyo para esa fecha. Surgió entonces Josep Lluís Núñez que, en connivencia con su inmediato superior en la federación, Pablo Porta, inició una serie de movimientos para que el choque se disputara finalmente en el Camp Nou, pese a la anterior negativa de Parera.
Antes del 14 del mes pasado se celebró una reunión en el Consejo Superior de Deportes (CSD) con todos los implicados en el asunto. El secretario de la Federación Española de Fútbol, Agustín Domínguez, planteó los inconvenientes para que ese partido se disputase en la fecha y el marco inicialmente previstos. Esencialmente, Domínguez justificó el aplazamiento por el daño que se podría causar a los clubes de categorías inferiores a la Primera División. Mientras, en esas fechas, el Consejo de Ministros tomaba medidas extraordinarias con carácter de urgencia para los damnificados. Dos de los asistentes a dicha reunión en el CSD afirmaron a este periódico que "desde el primer momento se vio clara la maniobra de la federación. Lo absurdo, por no calificarlo de otra manera, es que este tipo de protagonismos y revanchismos se mantenga incluso con ocasión de acontecimientos que sólo son humanitarios".
La junta directiva de la federación, presidida por Porta y uno de cuyos vicepresidentes es Núñez, decidió retrasar la fecha al pasado domingo, con los perjuicios que ya entonces se advirtió que podrían producirse. La idea inicial de la revista Don Balón fue apropiada por la federación. En las entradas vendidas para el encuentro podían verse los distintivos de ambas entidades, y se leía: "Partit prodamnificats. Organitza la Reial Federació Espanyola de Futbol".
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