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La dirección del Politécnico de Vallecas niega que haya irregularidades en el centro

El director del Instituto Politécnico de Palomeras-Vallecas, Manuel Volpini, y su antecesor en el cargo, Eduardo Acero, han desmentido las noticias publicadas en varios medios (EL PAIS entre ellos), según las cuales ambos habrían sido llamados a comparecer ante la Inspección de Servicios del Ministerio de Educación y Ciencia para una investigación sobre presuntas irregularidades en la gestión del centro.

Los dos directores rechazan todas y cada una de dichas presuntas irregularidades con las que se les pretende vincular en esta, para ellos, 1nexistente investigación". Así, sobre su pertenencia al consejo de administración de una empresa que suministra desde hace tiempo material impreso al centro en que estos dos profesores trabajan, Manuel Volpini niega rotundamente su vinculación a la misma y califica de "burda patraña" la afirmación contraria.La presunción de la posible pertenencia de Manuel Volpini a Ediciones Técnicas Profesionales, S.A. (este es el nombre de la referida empresa), tal vez sea debida al contenido de un comunicado publicado el 15 de enero del presente año en un avance informativo de la revista Profesiones y Empresas. En este "Comunicado del Consejo de Administración de EDITEPSA", que suscribe Eduardo Acero en su calidad de presidente, se dice textualmente: "Como presidente del Consejo de Administración de EDITEPSA, que edita desde hace ocho años la revista Profesiones y Empresas, y en nombre del completamente renovado Consejo de Administración, formado por: Presidente, Eduardo Acero Saenz, vocales, María de la Cruz- Pérez, José Manuel Busto Luna, Juan M. Aparicio González y Manuel Volpini Rueda..." El comunicado continúa con una declaración de principios de la entidad y concluye con una llamada "a todos los lectores de este escrito" rogando que "lo difundan para así conseguir una mayor divulgación del inisino".

Eduardo Acero confirma, por su parte, la pertenenecía a esta empresa de la que es presidente, y que, en efecto, ésta ha sido proveedora del instituto de Palomeras; pero afirma que este hecho carece de la trascendencia que se le ha quejido dar, toda vez que la suya era la única empresa existente que elaboraba el tipo de material impreso que el centro necesitaba: fichas de registro personal de los alumnos, actas de evaluación, etcéterta.

En cuanto a los supuestos "cobros abusivos a los alumnos", tanto Volpini como Acero explican que no hay nada de excepcional en la percepción de determinadas cantidades por los sobres de matriculación de los alumnos, puesto que se trata de una práctica habitual de los centros oficiales, derivada de la lentitud burocrática de la Administración, que deja a sus instituciones educativas sin disponibilidades económicas durante largos periodos de tiempo. Esto hace que muchas veces los centros se vean imposibilitados para hacer frente a las necesidades más perentorias, como el pago de los recibos de luz y teléfono. En su centro, además, esta medida contaba con la aprobación de la Junta Económica del centro y con la de la propia asociación de padres de alumnos. "Todo el mundo sabe que esto es así", añade Eduardo Acero, y en el argot interno del centro solemos referirnos a estas partidas con la tradicional expresión de fondo de reptiles', aparte de que la gestión de estos ingresos extraordinarios es absolutamente transparente, y figura en el correspondiente libro de registros". A mayor abundamiento, Eduardo Acero recuerda la ocasión en que tuvo que participar de su bolsillo una cantidad importante de dinero para evitar que se les cortase el suministro de energía eléctrica, para concluir con la afirmación de que la Administración tendría que cerrar la mayoría de sus centros si no se recurriese a procedimientos como el del cobro de los sobres de matrícula o al conocido "trasvase de partidas".

Esta afirmación coincide con una declaración reciente del ex director general de Enseñanzas Medias, Raul Vázquez, quien se sintió en la obligación de asumir públicamente la defensa de la honorabilidad del director de otra institución educativa, cesado de su cargo por presumirse la irregular gestión económica y administrativa del centro.

Expedición de un título

Finalmente y por lo que respecta a la presunta expedición irregular de un título, el ex director explica que se trató de un "simple error, como los muchos que se producen a diario en el Boletín Oficial del Estado", y cita, a título de ejemplo, el reciente error administrativo, que supuso la publicación en el BOE del cese de dos embajadores. "Y esto con la firma del Rey", apostilla Eduardo Acero.Los que sí han sido llamados a comparecer ante la Inspección de Servicios, según han confirmado ellos mismos a este periódico, son los profesores que suscribieron el documento que puso en antedecedentes a las autoridades ministeriales sobre la propuesta de expedición de un título a nombre de una persona que no había cursado los estudios correspondientes y no figuraba por tanto en ningún acta de exámenes.

Dichos profesores consideran altamente improbable que se hubiese producido un error, dado que la persona que iba a beneficiarse del mismo, que además llegó a retirarlo, era y es empleada del centro y, por ello, suficientemente conocida. A este respecto, llaman la atención sobre el hecho de que, por figurar encabezando la relación de la última hoja del documento en que se hacía la propuesta de expedición, su nombre aparecía doblemente referenciado en dicha página y tan sólo dos líneas más arriba de la firma del director proponente, a la sazón Eduardo Acero, y de la del secretario del centro, Juan M. Aparicio.

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