La Policía vuelve a detener al productor porno Torbe menos de año y medio después de ser condenado
El director está acusado de agresión sexual, trata de personas y detención ilegal tras la denuncia de una joven
![El productor de cine pornográfico Ignacio Allende, alias 'Torbe', en una imagen de 2019.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/UG6GJYJYCODMJ7P2VBBHMGINK4.jpg?auth=cc58fc0f31ddbdf15bd6f26446ed7fcf6edbd126cd3fab5f18da7bf1eb5a9a82&width=414)
Agentes de la Policía Nacional ha vuelto a detener al productor de películas pornográficas Ignacio Allende Fernández, más conocido como Torbe. El arresto se produjo el pasado jueves en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas cuando acaba de aterrizar procedente de Cuba. En esta ocasión, Torbe (Portugalete, 1969) está acusado de los presuntos delitos de agresión sexual, trata de personas y detención ilegal, según han confirmado a EL PAÍS varias fuentes policiales. La nueva detención se produce cuando tan solo han pasado 17 meses desde que un juzgado de lo Penal de Madrid lo condenase, tras llegar a un acuerdo con la Fiscalía, a dos años prisión por difundir dos grabaciones de carácter sexual en las que aparecían sendas chicas menores de edad. Torbe tenía ya una condena anterior, esta de 2008, por hechos similares. Aquella vez se le impuso una pena de un año por corrupción de menores.
En esta ocasión, la acusación que ha provocado el nuevo arresto se sustenta, entre otros indicios, en la declaración de una supuesta víctima que ha asegurado a los investigadores que vino engañada desde su país por Torbe y que, una vez en España, la mantuvo en un piso sin poder salir mientras presuntamente abusaba de ella.
La detención del pasado jueves se suma a la de 2016 y que se tradujo, en 2023, en su condena a dos años. Tras aquel arresto, un juez de Madrid ordenó el ingreso en prisión provisional de Torbe, donde estuvo siete meses hasta que pagó los 100.000 euros de fianza que el juez le impuso para ser excarcelado a la espera de juicio. Entonces, junto a él fueron arrestadas otras cinco personas a las que se acusó inicialmente de obligar a menores de edad a aparecer en vídeos pornográficos. Su caso tuvo en aquel momento una enorme repercusión mediática al transcender los nombres de conocidos jugadores de fútbol y personajes televisivos amigos del director porno.
Aquellas pesquisas intentaron determinar entonces si, además de esas grabaciones, el productor había almacenado material pedófilo, sometido a jóvenes a actos sexuales degradantes o, incluso, colaborado en la trata de personas ―se le investigó por traer desde Ucrania a una treintena de jóvenes para grabar escenas porno humillantes― y operaciones de blanqueo de capitales. Sin embargo, buena parte de estas acusaciones terminaron cayendo y, finalmente, en septiembre de 2023 se sentó en el banquillo de los acusados, junto a otras dos personas, acusado únicamente de los delitos de distribución de pornografía infantil, descubrimiento y revelación de secretos, y posesión de pornografía infantil por los que la Fiscalía le pidió inicialmente siete años y siete meses de prisión.
Finalmente, Torbe llegó a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía y aceptó una pena de dos años de cárcel por haber distribuido vídeos pornográficos de dos menores y el pago de una multa para evitar entrar en prisión. La condena, que fue recurrida por las acusaciones, fue finalmente confirmada por la Audiencia Provincial de Madrid el pasado agosto. La sentencia declaró probado que el director de cine porno grabó un vídeo con una menor de edad en 2012 y que lo difundió posteriormente, cuando ya sabía que la chica no tenía 18 años en el momento de la grabación. También que, a finales de 2015, grabó otro vídeo con otra menor de edad. Este vídeo, que tituló Aúpa Athletic, se había hecho viral porque el productor de cine se lo envió a varios futbolistas y además se publicó en un foro de internet.
El fallo, aceptado por Torbe, también detallaba que en su oficina la Policía encontró pornografía infantil con “violaciones” a “niñas de corta edad” e, incluso, a “bebés”. Tanto el productor como otro condenado reconocieron que usaban estos archivos para “satisfacer su ánimo libidinoso y lascivo”. El director de cine tuvo que pagar 65.000 euros de indemnización a la víctima del segundo vídeo por el trastorno de estrés postraumático de intensidad media-alta con “graves síntomas” que sufrió por la difusión masiva de aquellas imágenes.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.