Los neocatólicos

Los neocatólicos, los católicos sociológicos españoles y políticos de toda la vida, que en Europa se llaman democristianos, atacan de nuevo. Por una parte, Oscar Alzaga, que ya se le está encampanando a Fraga, y por otra, Lavilla y sus nacionalcatólicos, que han acabado definitivamente, en la ucedé, con Martín Villa y el martinvillismo, con ese vestigio de los azules que eran como la última falange ideológica que le quedaba a la Falange.El Movimiento, en fin, aquello que fue Alcalá, 44, durante siglos, con unas flechas del tamaño de la dictadura, no se lo ha pasado por la piedra Suárez ni Felipe ni Calvo-Sotelo ni la democracia ni el socialismo, sino, pulcramente, el nacionalcatolicismo, que viene de Gil Robles y va al cielo, pasando, a ser posible, por el marro de los siete grandes bancos. Ay. Ahora que a Fraga le brotan como una varicela, los reinos de Taifas dentro de AP, los nacionalcatólicos pueden volverse a quedar con todo. El partido que se sacó Suárez era protéico y dialéctico. La UCD en que se ha trocado es el viejo nacionalcatolicismo con chaqueta de cuadritos.

Estuve una vez con Juan Antonio Ortega y Díaz-Ambrona, en una fiesta de Paloma Segrelles -casa sombrío/ suntuaria, iluminada de Barjolas-, y el matrimonio Díaz-Ambrona no dijeron yes en toda la noche. El me pareció muy inteligente y muy puericantor.

Ahora, los nacionalcatólicos/ democristianos, a lo mejor van a por todo, nucleando una derecha cristiana que don Manuel tiene dispersa. Vamos a echar versos en homenaje al gran Rafael Alberti. La vieja guardia de la izquierda histórica está otra vez en mitad de la calle.

Felipe ha estado blando aquí con el señorito cuando le ha preguntado por la enseñanza privada, diciendo que mantendrá las subvenciones. Claro que Felipe prefiere hacer a decir, y esa es su originalidad respecto de todos los políticos españoles que le han precedido, hasta Don Pelayo.

Cuando los nacionalcristianos o democatólicos decidan meterse en el cirio y conseguir mil millones para los colegios privados de la religión pública, lo harán con mejores modales y mayores eficacias que el atropellado Fraga, que va reventando tópicos como Miguel Strogoff reventaba caballos. Fraga tiene cada día menos posibilidades de ser el correo del zar de la derecha. Fraga daba más en la calle, pero Landelino da mejor en las Cortes. Y en la tele.

Los ángeles custodios del nacionalcatolicismo han decidido apuntarse al Partido Popular Europeo (me parece que Alzaga ya se ha apuntado por su cuenta), mientras que AP no tiene nada que apuntar en el registro de propiedad intelectual donde figuran los grandes partidos habitués de las grandes democracias occidentales. Por eso están queriendo quitar a Areilza del Consejo de Europa. Porque lo suyo, en Europa, no se, entiende.

Por donde peor se lo montan los nacionalcatólicos (un día lo dije del Opus) es por la conexión con el siglo. No llegan a la gente, no están en la movida, y Grisby, Daquino, Réleganza, Unicen, Caramelo, Sappini, "serre, Betelehem o Marzotto son nombres que no les dicen nada. Así no se van a comer un rosquillo. Llegan a la sociedad española cuando la sociedad española está trapicheando su coche usado (sus ideas y creencias usadas), y ahí se les va de las manos el tema.

Los democristianos de Italia tienen el respaldo del Vaticano. Aquí no sé si habrá algún sacristán del Escorial que quiera respaldarles.

Siempre van a contar con la fe sociológica de muchos españoles. El fin de siglo tiene entrañas de oro y piel de cuarzo, pero los nacionalcatólicos siguen a Dios rogando y el coñazo dando.

En lo de sus colegios van a apretarle a Maravall. La misa de Felipe, el otro día, quieren que sea de réquiem.