El Parlamento vasco discute una proposición sobre medidas de gracia

El Parlamento vasco preparó ayer, en el nivel de comisión, un texto en el que reitera su rechazo y su más enérgica condena del terrorismo y llama a todos los ciudadanos e instituciones para que secunden movilizaciones contra la violencia. Asimismo determina su apoyo para la adopción de medidas de reinserción social para quienes hayan abandonado la actividad armada, en la medida en que se vaya alcanzando la pacificación del país, según se desprende de la proposición no de ley presentada por los socialistas y aprobada por unanimidad en la comisión parlamentaria. El texto definitivo se encuentra aún pendiente de ratificación por el pleno.Las condiciones para que sea factible y lícita una aplicación de posibles medidas de gracia a aquellas personas que, después de haber pertenecido a organizaciones terroristas, han decidido abandonar las armas, hizo que se pusieran de manifiesto, en el curso del debate de la correspondiente comisión parlamentaria, las reservas socialistas al inicial proyecto no de ley presentado por el PNV y Euskadiko Ezkerra (EE).

El texto suscrito por los mencionados partidos apela "a todas las organizaciones armadas para que cesen en su actividad violenta" y pide a los poderes competentes del Estado que "arbitren medidas de pacificación". Los socialistas presentaron una enmienda a la totalidad que, tras dos horas de debate, se votó -con una innovación propuesta por EE-, por unanimidad de todos los grupos parlamentarios.

Serias reservas mantenían los socialistas al proyecto inicial del PNV y EE, porque, a su entender, existía en el texto una anteposición del autogobierno a la pacificación de Euskadi. "Como si el avance en el autogobierno fuera una condición previa a la pacificacÍón", señaló el portavoz José Manuel Eguiagaray.

Pero las reservas socialistas iban más allá en sus explicaciones y se centraban, fundamentalmente, en las condiciones que debían prevalecer sobre la posible aplicación de medidas de gracia. En este sentido, los socialistas señalaban que no podían mostrarse partidarios de la aplicación de unas medidas de reinserción social si previamente no se daba una pacificación del país.

Ante la insistencia del PNV y EE en que la pacificación total no se podía producir a corto plazo y que la exposición de este fenómeno como condición previa a las medidas de gracia implicaba una actitud cerrada hacia personas que habían decidido abandonar los métodos violentos, el partido socialista admitió en su texto una innovación, propuesta por EE.