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Sin cambios en el estado crítico del receptor del corazón artificial

Aunque los electroencefalogramas demostraron que no se había producido hemorragia o coágulo cerebral de importancia, unos espasmos generalizados convirtieron la noche del martes en la más trágica desde que Barney Clark recibió, por primera vez en la historia médica, un corazón artificial permanente. El dentista de Seattle permanecía en las últimas horas en estado crítico, aunque no se descartaba un empeoramiento.A primera hora del martes, seis días después de que le fuera injertado el órgano artificial, el doctor Clark comenzó a experimentar unas fuertes convulsiones -movimientos musculares involuntanos- que cortaron su progresiva recuperación.

Primero, de forma general, y posteriormente, en la pierna izquierda, Clark empezó a sufrir unos espasmos cuyos efectos podrían ser "potencialmente muy peligrosos", según Chase Peterson, portavoz del centro médico de la Universidad de Utah, en Salt Lake City, donde fue operado y donde permanece el paciente.

Para contrarrestar las convulsiones se le suministraron dosis de antiespasmódicos y sedantes, con lo que Clark se adormeció, siéndole colocado asimismo un respirador auxiliar.

Sometido a varios análisis, los encefalogramas aliviaron los temores del equipo médico que le atiende de que no se habían registrado hemorragias cerebrales o coágulos de importancia, aunque la causa de los espasmos permaneció indeterminada.

Según los doctores, el corazón artificial no puede provocar hemorragias, pero sí podría producir coágulos en la sangre, complicación que ha supuesto en los animales de laboratorio un problema grave e incluso a veces mortal.

Los médicos sospecharon en principio que cualquiera de estas causas podría haber sido la causante de los espasmos: una hemorragia cerebral, coágulos sanguíneos en el cerebro o desórdenes metabólicos ocasionados por desequilibrios en las sales, azúcares o niveles de antibióticos.

Antes de las convulsiones, el paciente había pasado una noche tranquila y a primera hora se incorporó ligeramente en el borde de la cama, realizó algunos leves ejercicios de distensión, escuchó la música ambiental e intercambió bromas con las enfermeras, según señalaron los portavoces médicos.

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