'El ciudadano J' responde

En respuesta a la carta que con el título Ciudadano J aparece en su diario de fecha 27 de noviembre, "Hepatitis cuyo tratamiento no puede ser aplicado por malentendidos administrativos", creo necesaria la aclaración de los siguientes puntos:1. Del conjunto de la misma se desprende "una especie de culpabilidad" del propio paciente, como si el hecho de contraer una enfermedad fuese imputable de la misma forma que lo es un delito; por este motivo, y en base a esa imputación, el paciente parece perder el derecho -existente y previamente reconocido por la propia Administración en la concesión del formulario EF-04 en base a un informe clínico, y a una petición del inspector médico correspondiente que manifiesta la necesidad de seguir este tratamiento en Francia- a que ésta acepte los gastos derivados de la aplicación del mismo, como si el origen de una enfermedad -un hecho tan fortuito e indeseado como la inoculación de un virus a través de una inyeccion, "debida a la irresponsabilidad de un médico" propietario de una clínica en la que todavía se utiliza el método de cocción de agujas.

2. Respecto a la eficacia del tratamiento, tengo que remitirme a la opinión de especialistas mundialmente reconocidos.

3. La consideración de que los enfermos tratados con estas terapias se conviertan en cobayas contrasta con el hecho de que las mismas se apliquen dentro de los límites establecidos por una amplia experiencia clínica.

4. La afirmación de que estas terapias pueden ser aplicadas en cualquier centro especializado de España requiere "una muy clara diferenciación entre posibilidad de aplicación y aplicación real", haciéndose difícilmente sostenible ante los siguientes hechos: la imposibilidad de numerosos funcionarios del Insalud, muchos de ellos médicos, para remitir a ninguno de estos "múltiples centros de aplicación". La concesión de un documento oficial para que la terapia sea aplicada en el extranjero. El que entre la enorme cantidad de llamadas recibidas se encuentre la de un médico que, afectado de similar dolencia, esté ya en contacto con el equipo del profesor francés para ser tratado por el mismo, etcétera.

Finalmente, tan sólo testimoniar mi agradecimiento a la gran cantidad de perscinas que, desde toda España, se han mostrado humanamente solidarias, y expresar que estas manifestaciones, junto con la satisfacción de haber comunicado a muchísimos otros enfermos estas posiblidades han sido hechos suficienteniente satisfactorios. / 'el ciudadano J'