Normalidad en Argentina tras el paro total del lunes

Argentina volvió ayer a la normalidad, después de que una huelga de veinticuatro horas, seguida masivamente por seis millones de trabajadores, paralizara el lunes prácticamente todo el país. El paro del lunes es el mayor desde el golpe militar de 1976 y un claro desafío al Gobierno castrense. A lo largo de la tensa jornada no se produjeron incidentes de relevancia.

Según los dirigentes sindicales -las dos centrales obreras y los gremios no alineados fueron los convocantes-, la huelga ha supuesto un "duro revés" para los militares, que habían reaccionado con cautela la semana anterior, cuando se produjeron los primeros anuncios del paro general. El subsecretario de Trabajo, Humberto Capelli, admitió ayer que la huelga había sido seguida por el 90% de la población activa.Las dos centrales que reclaman para sí la denominación de Confederación General del Trabajo (CGT), ambas orientadas por dirigentes peronistas, decidieron por separado la medida de fuerza, destinada a obtener mejoras salariales, la líberación de los detenidos políticos y la normilización de la actividad sindical, que incluye la derogación de la legislación laboral vigente.

La industria y el transporte argentinos estuvieron paralizados totalmente. Entre los funcionarios el absentismo fue muy elevado, y sólo los servicios esenciales funcionaron, cubiertos al mínimo, en correos, teléfonos y otras oficinas públicas. En una Buenos Aires desierta, las emisoras de radio observaron un minuto de silencio por cada hora de transmisión, como adhesión a la huelga.

Los diarios bonaerenses La Prensa y La Voz no salieron a la calle por ausencia de los responsables de sus talleres.

El ministro del linterior, general Llamil Reston, admitió lacónicamente el lunes, en la provincia del Chaco, a la que viajó con motivo de graves inundaciones, que "todo está parado". En esta zona del interior, los responsibles sindicales decidieron no adherirse a la medida para no agravar aún más las consecuencias de las inundaciones.

Según informaciones más precisas de origen sindical, estuvo paralizado el 98% del sector comercial, el 95% de la industria, el 40% de las entidades bancarias y la totalidad de los ferrocarriles y autobuses urbanos y de larga distancia.

El líder de la CCRT de línea dura, Saúl Ubaldini, ha destacado el éxito de la medida de fuerza del lunes, y añadió que un Gobierno "que no está en condiciones de brindar soluciones debe tener lealtad con el pueblo e irse".

Jorge Luján, dirigente de la CGT moderada, declaró por su parte que la huelga "ha sido un llamamiento a la reflexión de las autoridades, pero también un motivo de análisis para los responsables sindicales: a partir de ahora deberemos meditir muy en serio sobre qué actitud adoptar si nuestras legítimas peticiones no son atendidas".

Los peronistas apuntaron ayer que la serenidad y el orden con que se cumplió el paro señalan la madurez de la dirección sindical argentina.