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La investidura del nuevo presidente del Gobierno

"La no participación militar de España en la OTAN será el primer éxito de Andropov"

El líder de Alianza Popular, Manuel Fraga, dijo ayer que "la no participación militar de España en la OTAN será el primer éxito de Andropov", el nuevo secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética, en su intervención durante el debate de investidura. Asimismo hizo hincapié en las diferencias existentes entre el programa máximo del PSOE, que este partido considera vigente, y el programa electoral presentado por el mismo. El texto entregado a la prensa, mucho más breve que el leído por el líder de la oposición, incluía también el pronóstico de un desastre económico-social en dos años y la aseveración de que habrá tres millones de parados antes del fin de la legislatura.Para Fraga, que actuó como portavoz del Grupo Parlamentario Popular, la persona de Felipe González merece el mayor respeto, pero en este caso aparece adornada "con más de un programa, con más de una personificación pública". Tras destacar que el candidato a la presidencia tiene el mérito "de haber contribuido en gran medida a que un partido que aún no hace mucho era revolucionario y marxista-leninista haya evolucionado hacia posiciones más templadas", resaltó que el PSOE mantiene más de un programa: el denominado máximo, reconducido congreso tras congreso; el programa de gobierno, que no ha sido publicado -un resumen del mismo es el programa electoral de 1982-; y "ahora surgen nuevas variantes" en el discurso de investidura, al que calificó de "decepcionantemente inconcreto".

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Resaltó especialmente el líder de la oposición que, frente a la afirmación hecha en recientes polémicas de que no hay problemas con el modelo de sociedad, que es el previsto en la Coristitución, la resolución política del 292 congreso dice que "el marco constitucional... no delimina un único modelo de sociedad, sino que caben dentro de él distintas formas de sociedad". Hizo referencia después al texto del programa máximo del PSOE, en el que se menciona la necesidad de transformar "la propiedad individual y corporativa de los instrumentos del trabajo en propiedad común de la sociedad entera", la "posesión del poder político por la clase trabajadora" y otros conceptos calificados de "maximalistas" por Fraga. A este respecto pidió aclaraciones sobre si este programa máximo es "el puerto de destino hacia el cual nos lleva el barco socialista" y agregó: "En un viaje, lo importante no es lo limpia que esté la cubierta, ni la simpatía personal del capitán o de la tripulación, sino a dónde nos lleva".

"Debe añadirse que don Felipe González, durante la campaña, y más recientemente otro destacado miembro del partido, han tenido especial interés en aclarar que su partido no es un partido socialdemócrata -incluso rectificando a la Enciclopedia Británica-, sino netamente socialista; y se ha especificado por qué. Según se pretende, en España un 1% de los ciudadanos posee el 25% de la riqueza, y para enfrentarse con este problema no basta cualquier política de reformas, sino una política específicamente dirigida en contra de ese grupo. Se puede y se debe hacer una política contra los terroristas, o contra los traficantes de droga, o de pornografía. Se puede y se debe hacer una política para que los que tengan menos mejoren su suerte, y siempre nosotros la apoyaremos. Pero pedimos que se medite dónde es mejor la suerte del ciudadano medio, en los Estados Unidos, donde no se hace política contra los que tienen más, como los Rockefeller, porque producen más; o en Rusia, China o Polonia, donde ha prevalecido la política de la envidia y del resentimiento".

Pasó después a analizar el discurso de Felipe González del día anterior, insinuando que más que un programa había sido "un mensaje de Navidad", y se refirió al programa electoral socialista en términos muy pesimistas. Si se intenta cumplir, dijo el representante de la coalición AP-PDP, "serán tales las consecuencias para el déficit presupuestario, para el desequilibrio de la balanza de pagos, para el aumento de los impuestos -sobre todo los indirectos, los más socialmente regresivos-, para el crecimiento de la inflación, para la desinversión y consiguientemente para el aumento del paro, que antes de dos años la situación económico-social será sencillamente irrespirable" (párrafos textuales del texto entregado a la prensa, aunque abreviados por el orador). Planteó después lo que calificó de inconcreciones del candidato en materia económica y auguró un fracaso para esa política, al menos en la misma medida que la de los anteriores Gobiernos, dedicando extensos párrafos a la mala situación de la agricultura.

"El que le deneguemos nuestro voto", agregó Fraga, "no quiere decir que no le concedamos nuestra colaboración crítica a lo largo de los meses. Si en algún momento, ante la confusión que hayan creado sus medidas, no sabe el nuevo Gobierno qué hacer, vuélvase hacia nosotros, que nosotros sí sabernos" Criticó después medidas tales como la jubilación anticipada, porque no solucionará el problema del paro; la reducción de la jornada laboral, que no tendrá un efecto positivo sobre el nivel de empleo, porque expulsará de los procesos de producción a los que calificó de "trabajadores marginales" e incrementará la inflación y las importaciones; y la prometida creación de empleo, respecto a la cual pronosticó tres millones de parados. (Este tema, que figura en el texto entregado a la prensa, no fue leído por Fraga). En materia de política exterior, Fraga criticó la no participación militar de España en la Alianza Atlántica y lamentó que la no entrada en la OTAN pueda ser "el primer éxito del señor Andropov", nuevo dirigente máximo de la URSS.

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