El segundo grupo de la nuclear de Ascó entrará en funcionamiento a finales de 1983

La decisión del Tribunal Supremo de desestimar un recurso municipal y dar así luz verde a la construcción del segundo grupo de la central nuclear de Ascó ha sido acogida por la población con frialdad, ya que no ha constituido ninguna sorpresa. Ascó-2, que está en avanzado estado de construcción, podría entrar en funcionamiento en un período breve. El presidente de ENHER -empresa que ostenta un 40% de esta central-, Julio Calleja, anunció ayer que esperaba para final de 1983 la entrada del grupo en el estado de criticidad.

La sentencia del Supremo ordenando al Ayuntamiento que concediese la liciencia a Ascó-2 no ha extrañado al alcalde, Joan Carranza, quien manifestó a este diario: "Ya nos lo esperábamos. No nos ha afectado en absoluto, porque hacía tiempo que intuíamos el sentido de la sentencia". El contencioso se inició cuando en 1978 la comisión gestora que sustituía al Ayuntamiento de la población denegó la licencia de apertura del segundo grupo nuclear de Ascó, en vista del peligro de excesiva nuclearización que se cernía sobre la zona, al estar ya en avanzado estado de construcción una primera nuclear.La decisión municipal comportó para las empresas hidroeléctricas la imposibilidad de obtener licencia de obras. Por parte municipal, se adujo que la nuclear Ascó-2 se pretendía instalar en suelo no urbanizable y calificado como rústico.

A pesar de no tener licencia municipal, las empresas propietarias de la central nuclear iniciaron su construcción. En estos momentos, está prácticamente terminada toda la obra civil y próximamente se iniciará la fase de montaje. Paralelamente a la construcción de Ascó-2, las empresas interesadas presentaron un recurso ante la Audiencia Territorial de Barcelona, que el 24 de enero de 1980 suspendió el acuerdo municipal por "razones de interés nacional". Al mismo tiempo, se obligaba al Ayuntamiento de Ascó a conceder la oportuna licencia. El Ayuntamiento recurrió esta sentencia al Tribunal Supremo, que ahora ha desestimado el recurso y corroborado la decisión de la Audiencia Territorial de Barcelona.

Joan Carranza manifestó a este diario que "acataremos la decisión del Supremo, pero no entendemos cómo se puede declarar de interés nacional algo tan peligroso como esta central nuclear, que tiene todavía muchos problemas por resolver". Sin embargo, la preocupación tanto de los vecinos de Ascó como de sus representantes municipales está centrada en Ascó-1. Carranza manifestó que lo más importante para la población y para la comarca es conseguir su paralización, ya que "está a punto de entrar en funcionamiento y todavía no se ha podido demostrar que es una central segura. El que el Supremo obligue al Ayuntamiento a conceder la licencia no implica que a partir de ahora las nucleares sean seguras". El alcalde de Ascó rechazó el simulacro de evacuación exterior realizado el pasado 22 de noviembre por el Gobierno Civil de Tarragona como condición última para otorgar la autorización definitiva de puesta en marcha a Ascó-1. A pesar de que la Administración valoró positivamente el simulacro, los vecinos de Ascó y de las poblaciones próximas lo descalificaron totalmente, tachándolo de farsa y payasada.

Actualmente se está estudiando detenidamente cómo se llevó a cabo el simulacro y posteriormente se presentará la impugnación correspondiente. Carranza señaló que "a medida que conocemos nuevos detalles de cómo se desarrolló la evacuación, nos damos cuenta de la gravedad de la agresión que estamos sufriendo". En cuanto se haya constituido el nuevo Gobierno, se presentará la impugnación. El alcalde de Ascó manifestó su confianza en que "los socialistas respeten su promesa de no dejar funcionar Ascó-1 mientras no se cumplan todas las medidas de seguridad. Tenemos datos e informes, que ponemos a disposición de los socialistas, para afirmar que la central de Ascó es peligrosa y, por tanto, para exigir su inmediata paralización".