Fanfani formará hoy un Gobierno italiano de centro-izquierda

Hoy, lunes, el democristiano Amintore Fanfani irá al palacio del Quirinal para aceptar ante el presidente de la República, Sandro Pertini, el encargo de formar un nuevo Gobierno. Será un Gobierno de centro-izquierda; con los cinco partidos del anterior Gabinete de Giovanni Spadolini o sólo con democristianos, socialistas, socialdemócratas y liberales, sin los republicanos, que han sido los únicos que han reservado su decisión hasta el último momento, una vez concluya esta mañana una reunión de la dirección del partido.Fanfani, pues, ha "aprobado su difícil examen", como tituló ayer Repubblica a toda página, después de haber tenido que salvar no pocos escollos.

Su partido le había pedido que presentara un programa de rigor económico sin concesiones. Fanfani lo hizo, pero en seguida fue tachado de haber preparado un programa "para la Confindustria". Los sindicatos se opusieron radicalmente.

Los socialistas estuvieron entre la espada y la pared, ya que también ellos están de acuerdo en que la situación del país es gravísima y consideran es necesario frenar una inflación que va a acabar el año con un 21%. Pero temían al mismo tiempo que el programa de Fanfani acabara siendo riguroso, sobre todo con los trabajadores.

Por eso las tres reuniones mantenidas en los últimos días por el encargado de formar Gobierno con los secretarios de los cinco partidos que deseaban participar han sido duras y largas.

Hubo propuestas y contrapropuestas para que el programa apareciera de verdad como de centroizquierda y no de centro-derecha.

Ayer se llegó finalmente a un acuerdo entre todos, con la única duda final de los republicanos, que hubiesen preferido que no se cambiara ni una coma al programa inicial de Fanfani.

Los artífices en realidad de este nuevo Gobierno, si es que acaba formándose, han sido, el secretario democristiano, Ciriaco de Mita, y el secretario socialista, Bettino Craxi, que han tenido problemas internos dentro de su partido para llegar a la meta final.

Pero, como afirmó ayer el diario La Stampa en su editorial, "ambos líderes han preferido anteponer el bien del país a sus intereses personales". Y añaden que, aunque se trate de un deber de todo político, en los tiempos que corremos dicho coraje "merece un aplauso".