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Comienza en París la sesión extraordinaria de la Conferencia General de la Unesco

Más de 2.500 personas, representantes de los 158 países miembros, participan en la cuarta sesión extraordinaria de la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), inaugurada ayer en París y presidida por el yugoslavo Ivo Margan.

Esta sesión, que se prolongará hasta el próximo día 3 de diciembre, debe decidir acerca de la puesta en práctica de la coordinación presupuestaria trienal que las Naciones Unidas exigen a las agencias especializadas y definir la política de la UNESCO en materia de educación, ciencia, cultura, comunicación y ciencias sociales en el periodo 1984-1989. El proyecto que se somete a esta conferencia fue ya aprobado en octubre pasado por los 45 miembros que componen el comité ejecutivo.El segundo plan a medio plazo de la UNESCO propone trece grandes programas elaborados en función del análisis de los problemas mundiales y propone libre circulación de la información, mayor difusión y mejor equilibrio de la misma respecto a los derechos del hombre y los pueblos, democratización de la educación, erradicación del analfabetismo y de la discriminación sexista, promoción de la enseñanza de las ciencias y la tecnología, mejor gestión de los recursos terrestres y marinos, así como valoración exacta de los patrimonios nacionales. Las anteriores sesiones extraordinarias de la UNESCO se realizaron en 1948, con la organización de la tercera conferencia general; en 1953, con la elección de un nuevo director general tras la dimisión de Tores Bode, y en 1973, estudio sobre los problemas derivados de la recesión económica mundial.

Además de los 158 estados miembros de la organización asisten a la conferencia observadores de echo estados y territorios no miembros, como la Santa Sede, además de observadores de la Organización para la Liberación de Palestina, OLP, movimientos africanos de liberación y organizaciones internacionales, gubernamentales y no gubernamentales. La representación de España, miembro del comité ejecutivo, está presidida por el ministro interino de Educación, Federico Mayor, quien se incorporará a las reuniones el próximo viernes.

Los delegados, entre los que se encuentran numerosos responsables gubernamentales y el Jefe del Estado Griego Constantino Caramanlis, disponen de diez días para armonizar sus concepciones sobre el desarrollo, fijar la política de relaciones y disminución de las desigualdades entre mundo desarrollado y subdesarrollado, en una serie de programas que el actual director general de la UNESCO, el senegalés Amadou Mahtar M'Bow, estima no deben servir para "promover de manera unilateral una determinada idea de desarrollo".

La 'guerra' de la comunicación

La prensa occidental se prepara para otra confrontación con los países en vías de desarrollo y el bloque del Este sobre cuestiones de libertad de prensa y desarrollo de los sistemas de comunicaciones. Los observadores occidentales lamentan lo que consideran un intento continuo del Este para controlar no solo los canales de comunicación sino también lo que se difunde mediante esos canales y estiman que bajo el programa de la UNESCO sobre comunicación se intenta mediatizar la libre circulación de información.La declaración de intenciones del mencionado organismo sobre comunicación se basa en una propuesta de estudios sobre el impacto de la televisión en las sociedades desarrolladas y el derecho a comunicar, pide que se estimule el intercambio de libros, películas y noticias para promover un bagaje de informaciones que contribuyan a la solución de los problemas mundiales y finalmente busca formar un equipo para recopilar y difundir noticias y hechos culturales a través de los gobiernos y las agencias privadas.

Durante la última década la UNESCO ha promovido un debate sobre lo que considera "desequilibrio de las comunicaciones que afecta particularmente al Tercer Mundo". Esa consideración se concreta, por ejemplo, en la queja de los países subdesarrollados sobre la forma en que se produce la información que les incumbe, realizada por reporteros de los servicios occidentales de información, que centran sus actividades en la información política o los desastres naturales, ignorando el fondo de significación social. La prensa occidental no acepta este enfoque y señala que la mayoría de estas quejas provienen de países en los que no se respeta la libertad de información, se restringen los derechos humanos y utilizan la excusa de la carestía de las vías de comunicación para justificar su control sobre los contenidos.

Esta misma disputa se planteó nuevamente hace pocas semanas entre la delegada de Estados Unidos en la UNESCO, Jean Gerard, y el director general de la organización, señor M'Bow. La señora Gerard dice que el señor M'Bow no tiene potestad para hacer de los medios un instrumento de poder, aun en las más nobles causas. En este sentido la administración norteamericana considera que ha existido un "crecimiento indisciplinado" de los presupuestos de la UNESCO (179 millones de dólares para 1982-83) y podría reducir la provisión de fondos para cualquier proyecto que supusiera un recorte en la libertad de prensa.

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