Cortes para Extremadura
Los que tenemos la desgracia de vivir en la zona norte de la provincia de Badajoz vemos con estupefaccion cómo hay señores que discuten sobre si la inefable televisión da tales o cuales programas, de si es oportuno o no tanto empaparse con la visita de Juan Pablo II; en suma, con algo para nosotros bizantino, porque aquí, resto de españoles, no podemos ni opinar, porque la programación no se ve, así de simple. Los cortes, tanto en una como en otra cadena, no son un accidente, lo normal es el corte; lo accidental es la percepción de, imagen y sonido. Extremadura, una vez más y en una cosa más, está marginada, despreciada, maltratada. ¿Qué le pasa al repetidor de Montánchez? Ni lo sabemos ni nadie nos lo aclara. Si las autoridades de UCD tuvieran la más mínima voluntad política o capacidad de gobernar, esto se acabaría; si los extremeños dejásemos algún día de ser borregos o esclavos y empezásemos a pensar que ha llegado la hora de exigir responsabilidades por tanto abuso, tanto abandono, tanto... esto se arreglaría de forma rápida y por las bravas, pero así nos va. /
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