La incógnita de Guerra
No se trata ya de saber quién va a ser el nuevo ministro de Asuntos Exteriores; ahora se trata de adivinar si Alfonso Guerra va a entrar o no en el Gobierno. Hay indicios que apuntan hacia una actitud retráctil del vicesecretario general del PSOE. La estructura del primer Gabinete socialista parece estar siendo elaborada por Felipe González y Miguel Boyer sin la intervención decisiva de Alfonso Guerra. Esto no significa que se haya producido una fisura entre las dos máximas jerarquías del socialismo español; significa que en el PSOE estarían los papeles de la obra funcionalmente repartidos. El PSOE, como fuerza política, se descompone ahora en tres frentes: Gobierno, partido y grupo parlamentario. Según decía anoche a este periódico un portavoz socialista, no conviene desnudar a un santo para vestir a otro. Dicho de otra manera: es posible que Guerra se sienta impulsado a fortalecer el grupo parlamentario, mientras Felipe González se encarga de las tareas propias que le han sido encomendadas: gobernar el país. Es decir, no conviene que toda la plana mayor del PSOE entre en el Gobierno.
, 23 de noviembre
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