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Felipe González presenta al Rey un borrador con el nombre de sus 17 ministros, entre ellos un vicepresidente político

El rey Juan Carlos recibió ayer en el palacio de la Zarzuela a los líderes de los cuatro principales partidos políticos parlamentarios: Felipe González, futuro presidente del Gobierno y secretario general del PSOE (202 diputados); Manuel Fraga, jefe de la oposición y presidente de Alianza Popular (106); Landelino Lavilla, portavoz de UCD (doce diputados), y Miguel Roca, representante de la Minoría Catalana, que cuenta también con doce escaños en el Congreso. Las consultas son un trámite constitucional previo a la designación por el Rey del candidato a presidente, que el Congreso deberá ratificar.

Dada la mayoría absoluta de los socialistas, el candidato será Felipe González, quien, al finalizar la entrevista, comentó a los periodistas que le había presentado a don Juan Carlos un "apunte a lápiz" de la lista de su Gobierno, que éste consta de 17 miembros, con un vicepresidente "no económico" y que su deseo era que en él figurase el nombre de Alfonso Guerra.Felipe González parece tener perfilado su gabinete ministerial, del que dijo "es altamente improbable que se produzcan modificaciones sobre el apunte que le he presentado al Rey", pero se niega a desvelar la incógnita de la ubicación política definitiva de su brazo derecho y vicesecretario general del partido, Alfonso Guerra. Cuando ayer se le preguntó al futuro presidente del Gobierno si en ese "apunte a lápiz" del Gobierno estaba incluido el nombre de Guerra, contestó. textualmente: "Alfonso es una persona tan preparada y me es tal útil que uno tiene el deseo de que esté en todas partes, pero, claro, ésto no es posible y hay que elegir. Me gustaría que se integrara en el Gobierno", añadió, "pero tampoco quiero que se interpreten estas palabras como una determinación, definitiva de que va a ser así".

A estas declaraciones poco concretas de Felipe González hay que añadir lo que dijo poco después: "El gabinete estará formado por diecisiete personas, y una de ellas será el vicepresidente. Quiero aclarar", prosiguió, "que esta vicepresidencia no será económica, porque no es nuestro criterio primar unas áreas sobre otras, y tampoco habrá más de una, porque si hacemos dos vicepresidencias, los interesados en las áreas de Cultura o de Justicia, por poner un ejemplo, podrían objetar qué por qué no podía haber otra vicepresidencia para esas competencias, así que hemos decidido que lo mejor es un único cargo de este tipo".

La incógnita de Guerra, todavía pendiente

Clarificada su decisión de crear una vicepresidencia política, la incógnita surge en torno a quien puede ocuparla. Todos los pronósticos de los observadores políticos apuntan hacia un mismo nombre: el de Alfonso Guerra. Sin embargo, si este tema estuviera cerrado en este sentido, no acaba de comprenderse por qué razón Felipe González no quiere decirlo públicamente y tampoco se entiende por qué, a la pregunta de si Alfonso Guerra iba a ser el portavoz del grupo parlamentario, Felipe González contestara: "No lo sé". Como se recordará, Guerra ha manifestado en ireiteradas ocasiones que si era vicepresidente no sería portavoz, y, viceversa.

En cualquier caso, habrá que esperar a la información oficial que Felipe González ha prometido para el mismo día en que se conozca la fecha de la investidura. "Ese mismo día", ha asegurado, "convocaré una confrencia de Prensa y daré a conocer los miembros del Gobierno". Felipe González adquiría este compromiso con los periodistas al mismo tiempo que, en el Congreso de los Diputados, la Junta de Portavoces acordaba como fecha para la sesión de investidura el próximo día 30. Así, pues, lo lógico es que la citada información no se haga esperar.

Al margen de las especulaciones sobre el futuro Gobierno, Felipe González dijo también que había adelantado al Rey las líneas maestras de su discurso de investidura, las cuales, según sus palabras, girarán en torno "a la idea de integración y a la coherencia con nuestro programa ideológico", que el proceso de trasmisión de poderes se estaba realizando con "una gran calma y responsabilidad" y que se iba a instituir la figura de ex presidente de Gobierno, "con el status protocolario y la situación que se merece". Finalmente, Felipe Gonzalez lamentó haber tenido hace pocos días un lapsus con los informadores en el Congreso, cuando comentó que sus ministros serían diecinueve. "Uno, hay veces que no se da cuenta de esas pequeñas equivocaciones. Tendré más cuidado", dijo sonriendo.

Fraga, "la leal oposición"

Después de la hora larga que duró la entrevista entre don Juan Carlos y el que será el presidente del primer Gobierno socialista español desde el final de la guerra civil, dentro de unos días, llegó al Palacio de la Zarzuela el líder de la oposición, Manuel Fraga. Esta entrevista fue más breve: treinta minutos aproximadamente. A la salida, Fraga manifestaba a los informadores que había acudido a ver al Rey no solo en nombre de Alianza Popular, sino también de los otros partidos -el Partido Demócrata Popular y tres regionalistas- que han integrado la coalición electoral, detalle en el que insistió varias veces.

Del contenido de la entrevista recordó que se trataba de un trámite constitucional, que le había reiterado al Rey su total apoyo a la Corona y a las instituciones y que había manifestado también a don Juan Carlos que su grupo estaba dispuesto a "contribuir, desde la leal oposición, a que las cosas vayan lo mejor posible y lo más moderadamente posible, en un momento tan importante para España".

El cambio que vivimos", dijo, "es de una gran trascendencia, pero es absolutamente legítimo porque así lo han dicho las urnas. Nosotros haremos todo lo posible por mantener algo que nos parece esencial: que no se rompa la confianza, que las instituciones funcionen correctamente, a pesar de que, últimamente se ha notado intranquilo al capital, con esas evasiones por la frontera, y a la Admnistración. Pero, repito, nuestra principal misión será mantener la confianza".

Por último, Fraga comentó elogiosamente la decisión de Felipe González de reducir el número de carteras ministeriales con relación a los anteriores gabinetes centristas, "y siempre que crea que él tiene razón an algo, no tendré reparos en dársela".

Oposición constructiva

Igualmente moderados y con espíritu de colaboración se mostraron los otros dos dirigentes que visitaron al Rey, éstos ya por la tarde: Lavilla y Miguel Roca. Ni Fraga ni estos últimos adelantaron cual iba a ser el voto de sus respectivos grupos en la investidura de Felipe González como presidente del Gobierno. El presidente de Alianza Popular remitió a decisión a lo que acuerde hoy su grupo parlamentario, en una reunión convocada al efecto.

Roca y Lavilla, en cambio, vinieron a coincidir en la idea de que "según se vaya desarrollando la sesión de investitura, según como sea el discurso del candidato a presidente, decidiremos nuestro voto sobre la inarcha". No obstante, Miguel Roca apuntó que "nuestro programa y el del PSOE es distinto, no nos provoca grandes adhesiones, y aunque nuestra postura será constructiva y responsable, tiene que quedar claro que somos oposición".

Miguel Roca y Landelino Lavilla consimieron aproximadamente el mismo tiempo en la entrevista, 45 minutos, y ambos afirmaron que estos contactos eran trámites formales y constitucionales, "pero esta vez está más claro que nunca, dada la abrumadora mayoría del PSOE", dijo Lavilla, "sobre la designación real del candidato a Presidente de Gobierno". Igualmente, Landelino Lavilla recordó que los doce diputados centristas eran "oposición", pero dejó clara su "voluntad de cooperación".

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