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PRENSA

El PNV pide que se le devuelva la rotativa del vespertino 'Hierro'

Ante la inminente subasta del diario de Bilbao Hierro, perteneciente a la Cadena de Medios de Comunicación del Estado, el Consejo Nacional del PNV ha reiterado su petición de devolución de la rotativa con que se imprime dicho periódico, que fue incautada a los nacionalistas por el régimen franquista tras la guerra civil. El PNV advierte que "no renuncia ni renunciará a su incuestionable derecho a recuperar todo aquéllo que le fue quitado por la fuerza y ejercerá todas las acciones precisas para que la justicia se restablezca".

Esta determinación parece contrastar, sin embargo, con la actitud mantenida por el PNV respecto a la antigua sede de la sociedad liberal El Sitio, incautada por el Estado en 1938 y propiedad desde 1942 del ayuntamiento bilbaíno, que preside en la actualidad el nacionalista Jon Castañares.La rotativa reclamada por el PNV es, sin duda, una de las más antiguas del mundo todavía en funcionamiento y su valor histórico es probablemente mayor que su valor material.

En Bilbao ha llamado poderosamente la atención el contraste entre la firmeza con que el PNV exige la devolución, y la actitud simétricamente opuesta observada por dicho partido en lo concerniente a la reclamación por parte de la sociedad liberal El Sitio de los locales que les fueron expropiados por la Administración franquista en 1938. El edificio de El Sitio fue, en efecto, expropiado en virtud de la "Ley de Responsabilidades Políticas", y cedido posteriormente al municipio bilbaíno por un importe simbólico que, por otro parte, nunca se llegó a pagar. Actualmente alberga a la Biblioteca Municipal.

Tras la reanudación legal de sus actividades, El Sitio planteó ante los tribunales la reclamación de sus locales, si bien dado el destino cultural a que estaban destinados, evitó cualquier plazo conminatorio y ofreció toda clase de facilidades para que la parte del edificio destinada a biblioteca fuera mantenida, al menos hasta que el ayuntamiento contase con un local de comparable idoneidad para tal fin. Mediante un acuerdo amistoso, el ayuntamiento aceptó en principio ceder una de las salas del edificio para las conferencias que organizó El Sitio a partir de 1980. Así, fueron desfilando por la venerable tribuna de El Sitio personalidades como Aranguren, Cela, Caro Baroja y otros.

Hasta que, de improviso, hace unos meses, el alcalde y los concejales nacionalistas decidían aplicar a tales actividades una tasa "por utilización de terrenos y propiedades municipales", en virtud de la cual exigían el pago de 4.000 pesetas por cada conferencia. Oídos sordos prestó el alcalde Castañares a los argumentos por los que los directivos de El Sitio trataron de persuadirle del sinsentido de pretender cobrar un alquiler a los legítimos propietarios del edificio. Tan legítimos propietarios al menos, argumentaban los de El Sitio, como pueda serlo el PNV respecto a la rotativa de Hierro o los batzokis incautados en 1937 y reclamados por dicho partido tras la restauración de la democracia.

El alcalde Castañares ha dictado una orden de embargo contra los bienes particulares de José Ramón Blanco, secretario de El Sitio, por no haber satisfecho la mencionada cuota.

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