Iberia espera finalizar el próximo ejercicio sin las pérdidas de años anteriores

Iberia ha previsto un presupuesto para el ejercicio 1982-1983 que eliminaría las pérdidas de la compañía aérea nacional según anunció ayer el presidente de la compañía, Felipe Cons, mediante la puesta en marcha de una estrategia de contención de los gastos y de mejoras del servicio.

Felipe Cons, al comentar el ejercicio terminado el 31 de octubre, señaló que las partidas aún no están definitivamente cerradas, pero que, indudablemente, se ha conseguido una mejora importante en la cuenta de resultados, al rebajar el déficit del ejercicio 1980-1981, que se situó en 3.500 millones de pesetas, hasta un límite que oscilará entre los 2.200 y 2.500 millones de pesetas, aunque no se habrá conseguido su disminución a la mitad, tal como estaba previsto, a causa de la constante devaluación de la peseta frente al dólar, a la revisión salarial (que supuso unas pérdidas de 650 millones), al incremento de los gastos de la Seguridad Social (quinientos millones) y a los efectos negativos del Mundial de Fútbol (que ha supuesto para Iberia unas pérdidas estimadas en setecientos millones de pesetas).Actividades tradicionalmente deficitarias de la compañía son, por otra parte, el tráfico interinsular canario, que se puede estimar en unos 2.000 millones de pesetas anuales, por lo que se solicitará un aumento de tarifas o una subvención a cargo de los presupuestos estatales, y las reducciones tarifarias otorgadas a las familias numerosas, cifradas en otros quinientos millones de pesetas. Para Felipe Cons, estos apartados tienen gran interés social, pero su coste debería estar sostenido por subvenciones estatales y no a cargo de la propia compañía.

Esto no quiere decir, en opinión del presidente de Iberia, que la compañía vaya a emprender una acción con vistas a convertirse en una compañía subvencionada, lo que supondría una pérdida de estímulos para el personal que en ella trabaja. "Iberia debe funcionar como una empresa privada", añadió.

Incremento de la actividad

Para el ejercicio comenzado el pasado 1 de noviembre, Iberia espera alcanzar un incremento de la actividad que se sitúa entre el 4% y 5%, mediante el mejoramiento de la utilización de la flota, la suspensión de compras de nuevos aviones, la cancelación de líneas internacionales deficitarias (o la de cadencias de vuelos en las nacionales), así como una explotación en toda su intensidad de los nuevos productos ofrecidos a los usuarios.Para conseguir estos resultados, según informó el presidente, Iberia no contempla el aumento de la plantilla (congelada desde hace tres años, con 24.000 personas), aunque tampoco ha estudiado una reducción de la misma, por el momento.

En lo que respecta al incremento salarial, se prevé que éste se situará en torno al 9%. "En mi opinión", subrayó Felipe Cons, "en las circunstancias actuales, nadie puede hablar de incrementos salariales que superen ese techo".

Asimismo, la compañía aérea española prevé una reducción en el consumo de combustible (que se eleva en la actualidad a 1.500 millones de kilogramos de keroseno al año, lo que supone un 30% de los gastos totales de Iberia), así como una mayor agresividad en los precios de repostación de combustible.

Por otra parte, Iberia se encuentra en una buena posición en lo que respecta a las cargas financieras respecto a otras compañías aéreas extranjeras, elevándose éstas a unos 16.000 millones de pesetas en 1982 y se prevé que en 1983 alcancen los 20.000 millones, siendo en la actualidad la relación de recursos propios sobre recursos ajenos del 27%, frente a una media del 10% en el conjunto de compañías pertenecientes a la Asociación Intemacional del Transporte Aéreo (IATA). Este endeudamiento, además, no tiene visos de sufrir graves aumentos, toda vez que no se contempla el aumento de la flota, por lo que la deuda será esencialmente estacional. Por otra parte, las ventas previstas se sitúan en una cifra ligeramente superior a los 210.000 millones de pesetas, lo que supone un aumento del 16,3% sobre el año anterior.