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Los principales secuestros de ETA

El 20 de mayo de 1977 era secuestrado en su domicilio de Neguri (Bilbao) Javier de Ybarra y Berge, destacado financiero y político vasco. La organización ETA, que reivindicó el hecho, exigió al parecer a la familia una elevada suma -mil millones de pesetas- que ésta no pudo satisfacer en su totalidad. El cadáver de Javier de Ybarra, con dos impactos de bala en la cabeza, apareció el día 23 de junio en el alto de Barázar, cercano a la carretera de Ceanuri a Vitoria.Dos años más tarde alcanzó gran repercusión el secuestro del diputado de UCD Javier Rupérez, en Madrid, reivindicado por ETApm. El secuestro, que duró un mes -del 11 de noviembre de 1979 al 12 de diciembre del mismo año-, tuvo por objeto presionar para conseguir la liberación de cinco presos vascos y la creación de una comisión del Consejo General Vasco que investigase los posibles casos de tortura en el País Vasco.

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Realizado también por ETApm, el secuestro del industrial valenciano Luis Suñer tuvo una clara motivación económica. Suñer permaneció en poder de esta organización desde el 13 de enero al 13 de abril de 1981. La familia de Luis Suñer pagó 341 millones de pesetas a ETApm.

Especialmente grave fue, por sus repercusiones y desenlace, el secuestro del ingeniero jefe de la central nuclear de Lemóniz, José María Ryan, por la ETA Militar el 29 de enero de 1981. ETAm exigía a cambio de la vida de Ryan la demolición de la central nuclear de Lemóniz y daba un plazo de siete días para ello. José María Ryan fue asesinato exactamente al cumplirse el plazo previsto, el 6 de febrero, y su muerte desató una impresionante oleada de repulsa popular en el País Vasco, marcando quizá el momento más bajo de apoyo popular a la organización terrorista vasca a lo largo de toda su historia.

A lo largo de 1982 se incrementan los secuestros de ETA, en la mayoría de los casos por la negativa de las víctimas a satisfacer el impuesto revolucionario. Entre los más notorios está el del médico Julio Iglesias Puga, padre del famoso cantante Julio Iglesias. El doctor Iglesias fue liberado por la policía el 17 de enero de 1982 en un pequeño pueblo de Zaragoza, después de permanecer secuestrado desde el 29 de diciembre. Aunque al principio se atribuyó la autoría de este secuestro a delincuentes comunes, finalmente resultó ser obra de ETApm. El 6 de enero, cuando aún no había sido liberado el doctor Iglesias, se producía un nuevo secuestro en la persona de José Lipperheide, industrial vasco de origen alemán, de 75 años; el hecho fue reivindicado inmediatamente por ETAm. Un mes después del secuestro, y precisamente en el aniversario del asesinato del ingeniero jefe de Lemóniz, José María Ryan, Lipperheide fue liberado, previo pago de la suma de 120 millones de pesetas a la organización terrorista.

Otros secuestros recientes han sido el del odontólogo bilbaíno José Manuel Allende, el 1 de junio pasado, que permaneció una semana secuestrado por ETApm VIII Asamblea; Mirentzu Elósegui, la primera mujer secuestrada en el País Vasco, también en junio y liberada en el mismo mes, y, finalmente, el industrial Rafael Abaitua, secuestrado y liberado en el mes de julio, y Francisco Limousin, secuestrado el 19 de julio y liberado el 22 de agosto.

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