La presa de Tous, una obra marcada por la polémica
La presa de Tous, sobre el río Júcar, en el País Valenciano, fue literalmente arrastrada por las aguas, contribuyendo así a aumentar la desolación y sembrar la muerte en aquellas tierras. Sobre esta presa recae un largo historial de puntos muy oscuros y que en principio la hacían potencialmente peligrosa.La presa de Tous se proyectó a inicios de los años sesenta. Se proyectó primero como presa de gravedad (es decir, recta, y no curvada). Pero pronto surgieron dificultades geológicas muy serias. No obstante, todavía en 1963 se seguía considerando el proyecto de que tuviera una altura de 110,50 metros y una capacidad de embalse de 42 millones de metros cúbicos, lo que potencialmente la convertía en una de las primeras treinta presas con mayor capacidad de embalse de este país, que cuenta con cerca de quinientos embalses.
Mas durante muchos años a obras no avanzaron. En círculos técnicos se comentaba por aquel entonces que la empresa constructora, Agromán, estaba interesada en acumular allí maquinaria congelada -pues ello le reportaba beneficios económicos-, pero sin avanzar en la construcción de la presa.
Más tarde se decidió que la presa no podía ser de gravedad, sino una mezcla de gravedad y escollera, dadas las antedichas dificultades geológicas del terreno. Pero todavía en el inventario de presas españolas de 1973 aparece como presa en construcción la de Tous, con una altura de 127 metros y una capacidad de embalse de 412 millones de metros cúbicos. Y allí ya se especifica que la presa será ER / PG (que quiere decir mezcla de presa de gravedad y de escollera).
Por años y años promociones enteras de ingenieros de caminos han realizado visitas a Tous, que era puesta como ejemplo de máxima dificultad para construir una presa en un terreno nada idóneo geológicamente.
En 1964, en el VIII Congreso Internacional de Grandes Presas, celebrado en la localidad de Edimburgo, el ingeniero de Caminos de Agromán R. de la Vega presentó una ponencia titulada Nuevo sistema de silos, con especial aplicación en las instalaciones para construcción de grandes presas. Su posible aplicación al sostenimiento de tierras la narra como "la idea en que se basa este tipo de silos, patentado por Agromán Empresa Constructora, SA, nació ante la necesidad de resolver un caso práctico de carácter algo excepcional". Se trataba del salto de Salime. Y señala más adelante: "El resultado obtenido (en Salime) con este nuevo tipo de silo ha sido tan satisfactorio que posteriormente lo hemos empleado en Aguilar de Campoo, Orellana, Legazpia, García de Sola y Tous". Tras mostrarnos cinco o seis fotografías de la presa en construcción de Tous y algunos croquis y dibujos añade: "Todavía es posible lograr una mayor economía al sustituir también por hierro redondo el perfil U en que se apoyan las bandejas. A tal fin, éstas son ahora ligeramente curvas, con la flecha proporcionada al trabajo de tracción a que se quieren someter los redondos".
Fallos
Pero la gran presa de Tous jamás se construyó. En su lugar se hizo una mucho menor -de unos sesenta millones de metros cúbicos-, si bien utilizando el modelo de presa gravedad-escollera reseñado. Al parecer, ahora se tenía en estudio precisamente el hacer aguas abajo una gran presa de escollera, que dejaría bajo las aguas a la presa actual.El peligro de toda presa de escollera es que las aguas empapen la tierra y la arrastren. Esto es lo que ha sucedido. Por ello la parte de cemento (correspondiente a la presa de gravedad) ha quedado prácticamente intacta.
Cualquier ingeniero de caminos sabe que el arrastre de la presa de Tous pudo ser evitado. Se conoce -y se comenta en círculos técnicos- que se dieron juntas una serie de concausas y fallos humanos que, aunados, dieron lugar al desastre. Se sabe que desde la presa (aguas arriba) de Miralles se intentó infructuosamente comunicar por teléfono con la de Tous para alertarles del peligro; pero -se sabe también- nadie descolgó el teléfono porque, al parecer, el encargado de la vivienda de la presa estaba ausente.
Se sabe que de los dos grupos electrógenos que tenía la central uno estaba estropeado y el otro (situado a pie de presa) no dio ya tiempo a subirlo, y que, asimismo, el sistema manual para abrir las compuertas tampoco funcionó. En fin, se saben -al menos en círculos técnicos fiables- muchas cosas, aunque ya de nada sirva lamentarse. No estará de más, no obstante, recordar lo dicho en otra ponencia del citado VIII Congreso de Grandes Presas por otro ingeniero, A. AIvares, cuando dijo: "La seguridad en la resistencia de toda presa debe ser en función de la densidad de población en la zona de aguas abajo. Así es natural que, por ejemplo, los suizos se muestren muy conservadores, mientras que la experimentación de tipos nuevos, no sancionados por la práctica, sólo es aceptable en zonas semidesérticas".
La ribera del Júcar no es precisamente el Sahara.
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