Hermetismo policial en torno a la extraña muerte de un niño en Tenerife

Las investigaciones de la brigada regional de policía judicial para esclarecer los móviles de la muerte, en extrañas circunstancias, de un niño de doce años de edad, Ignacio Yanes Herrera, ocurrida en la tarde del pasado martes, en Lomo Guirre (Gracia), localidad de Tenerife, parecen apuntar hacia la posibilidad de un asesinato. A pesar de todo, la policía guarda absoluto silencio sobre la marcha de su labor y no se atreve a aventurar si la muerte del niño, que fue hallado ahorcado en un cobertizo, ha sido consecuencia de un homicidio o un suicidio.El cadáver del infortunado fude enterrado a las diez de la mañana de ayer en el cementerio de San Juan, en La Laguna, en medio de una gran manifestación de duelo en la que estuvo presente su padre, Antonio Yanes. Por otra parte, en fuentes policiales se ha confirmado a EL PAIS que el cuerpo sin vida del niño había sido violado. Al parecer, las distintas pruebas que se le practicaron al cadáver por parte del médico forense, ofrecieron suficientes rastros para llegar a dicha conclusión. El titular del Juzgado de Instrucción número tres de La Laguna, que entiende en el caso, había ordenado el miércoles que no se inhumaran los restos hasta de ayer con fin de realizar pruebas mieroscópicas complementarias a la autopsia inicial.

Efectivos de la brigada de policía judicial realizaron ayer intensas pesquisas en el centro de educación especial San Miguel de Gracia, próximo al cobertizo en el que fue encontrado el niño.