La marcha del general Pinilla

Mi general, se ha ido usted, y muchos nos sentimos huérfanos. Ya no podremos verle de capitán general de una región militar, o más arriba aún, que ojalá. Ha dicho usted que lo hace, entre otras razones, por honradez con la institución castrense y consigo mismo. Todos cuantos le conocemos sabemos que es imposible encontrar alguien más honrado que usted ni con más dignidad. Su opción, por eso, merece todo respeto, y además porque es su derecho y porque deja usted, cuando estaban en su mano, las evangélicas pompas y vanidades en uno de sus grados máximos. Sólo cabría expresar un reparo objetivo a su decisión, con mucho respeto y haciendo de abogado del diablo: aquel de la hermosa canción de Labordeta, cuando afirma: "Serenamente hablando, quiero decir que. hace falta valor para seguir aquí".Pero no es valor lo que a usted le ha faltado, mi general: eso también lo sabemos todos quienes le conocemos. En todo caso, le ha sobrado, aunque parezca contradictorio. Mas, ¡ay!, también le ha sobrado cansancio moral, después del "pequeño calvario" -como usted mismo dice- que le han impuesto en los últimos años: dificultades, persecuciones, intervención de teléfonos, imposibilidad de llevar a cabo sus planes de reforma de.la enseñanza militar... cuando era usted probablemente el más calificado especialista en esta enseñanza, al menos para hacerla coincidir con los principios básicos de nuestra ley de leyes, la Constitución. Sólo quería usted "que el Ejército no se quedase atrás" respecto al pueblo, y por eso un excelentísimo señor dijo

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que era usted "un excéntrico" y que no podía usted tener en sus manos la enseñanza militar. La historia pedirá cuentas a ese excelentísimo señor.

Lo cierto, lo tristemente cierto, es que usted se nos ha ido (aunque enhorabuena a quienes van a, aprender de usted ahora), como se nos fue Echegaray, como se nos está yendo Perinat, como se nos ha ido Cardona, como se nos pueden. ir Silva, Lastres o García ,Oviedo.(ojalá no), aburridos de tanto seguimiento y persecución. Mientras seguimos esperando a Otero, a Martín Consuegra, a Ibarra, al Resti, a Pepe Fortes... mantenidos fuera del Ejército en clara violación de los artículos 9 y 14 de la Constitución. / capitán del Ejército.