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Acusado de traición el ex primer ministro albanés

El presidente albanés, Enver Hoxha, ha acusado de alta traición y triple espionaje al servicio de Estados Unidos, la KGB soviética y la UDB yugoslava a Mehmed Shehu, su ex primer ministro y brazo de hierro durante 27 años. Shehu se suicidió el pasado 18 de diciembre. Entonces se aclaró parcamente que Shehu había sido víctima "de una depresión de madrugada", pero ahora Hoxha ha precisado que "a Shehu no le quedaba más que una salida, la vergüenza del suicidio".Alumno del liceo técnico de Tirana, Shehu, nacido en 1913, se habría puesto al servicio de Estados Unidos tras regresar de las Brigadas Interncionales en la guerra de España. Más tarde, se pasó a la KGB soviética y terminaría su errática carrera de espía al servicio de la UDB yugoslava.

En sus críticas, Enver Hoxha, de 74 años de edad, presidente del único Estado oficialmente marxista-leninista-estalinista del mundo, ha resucitado el estilo más depurado de la crítica estalinista. Ha atacado a Shehu de forma que sorprendería a cualquier biógrafo del ex primer ministro, un devoto de Stalin que en cierta ocasión declaró al soviético Mikoyan que "el único error de Stalin fue haber vivido poco y no acabar con la pandilla de traidores que lo asediaban en el Kremlim".

Rumores persistentes procedentes de círculos extranjeros en Tirana, aseguran que el destronamiento oficial del primer ministro albanés suicida, puede preceder a otras estrepitosas caídas de cuadros albaneses que ya se encuentran lejos de las tareas de dirección. El general Shehu lideraba los servicios secretos albaneses, junto con su pariente Fecor Shehu, y no puede haber desaparecido sin dejar detrás un grupo de fieles. "Mehmed Shehu y sus acólitos se preparaban para actos de bandidaje al servicio de Washington, Belgrado y otras partes", asegura Hoxha, convencido de que su ex primer ministro se aprestaba a cumplir "la orden de la UDB yugoslava" de asesínarle".

El presidente albanés acusa también a los yugoslavos de haber patrocinado el desembarco frustrado en las costas albanesas el pasado 26 de septiembre de un comando de seguidores de Leka Zogu, pretendiente al trono de Albania, expulsado de España hace tres años y calificado por la propaganda oficial de "golfo y traficante de armas, drogas y mujeres". Pero Leka Zogu se manifestó en recientes entrevistas enemigo de la actual Yugoslavia. El Gobierno de Belgrado es el blanco de las más graves acusaciones de Hoxha principalmente por la cuestión de las minorías albanesas en la Servia yugoslava. Hoxha acusa a Yugoslavia de reprimir el nacionalismo albanés "de miles de jóvenes heroicos de Kosovo".

"Si los invasores ruso-búlgaros quisieran llegar a nuestros Alpes, saldrían en la misma situación en la que los alemanes salieron de Stalingrado", apunta Enver Hoxha, que se retiró del Pacto de Varsovia en 1968. Por su parte, el diario soviético Izvestia, le tendía una vez más la mano a Albania el pasado nueve de enero en un editorial en el que "los soviéticos felicitan a los albaneses el 36º aniversario de su República Popular".

Hoxha declaró recientemente que desea entablar "relaciones diplomáticas normales, sobre la base de la no ingerencia", con España, la República Federal de Alemania y el Reino Unido.

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