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Tropas marroquíes y norteamericanas efectúan un desembarco en la bahía de Alhucemas

El desembarco en Alhucemas (Al-Hoceima) por tropas combinadas norteamericano-marroquíes, previsto como plato fuerte de las maniobras navales que llevan a cabo Washington y Rabat en la bahía de Albucemas (al oeste de Melilla), tuvo lugar ayer después de varios días de preparativos. Mientras que los socialistas españoles Mesean creer que no se trata de una presión" por parte de Rabat ante su futura gestión al frente de¡ Gobierno, Argelia considera los ejercicios como

Estos ejercicios, informa desde Rabat Domingo el Pino, que han sido precedidos y serán seguidos por otros -que incluyen la intervención de helicópteros, unidades navales y marines norteamericanos y marroquíes-, habían sido previstos para el mes de octubre último y retrasados a causa de las elecciones españolasLas maniobras en la bahía de Alhucemas siguen a otras en la costa atlántica marroquí que co menzaron a principios de octubre. Desde el 29 del mes pasado, la ma rina de guerra marroquí comunicó a los pesqueros españoles que se encontraban en la zona que va desde Casablanca hasta la desem bocadura del río Sebu, cerca de Larache, que debían abandonarla hasta el día 5 de noviembre.

Por aquellas fechas llegó a Rabat el vicealmirante norteamerica no Ronald Hays, comandante en jefe de las fuerzas navales estado unidenses en Europa, en una visita de varios días que, aunque no ha sido explicada oficialmente, se considera relacionada con estas maniobras conjuntas, en las cuales participan unidades de la VI Flota del Mediterráneo. EL PAÍS fue el primer órgano de Prensa que informó de estas maniobras, lo cual le valió una ro tunda réplica y un mentís de la Prensa marroquí, que, no obstante, dos días más tarde se veía obligada a reconocer la exactitud en la información. Estas maniobras "podrían ser entendidas como una presión, pero no hay motivos para pensarlo así, ni para que Marruecos las interprete como tal", explica Fernando Morán, uno de los principales responsables de política exterior del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). "Queremos pensar, que no se trata de una presión, ni por parte de Marruecos ni de Estados Unidos, pués el rey Hassan II no tiene por qué ver un peligro en la llegada de los socialistas al poder en España". El PSOE pretende mantener "muy buenas relaciones" con Marruecos, y con sidera como una de las principales prioridades de su futura política exterior limar cualquier tipo de tensión con Marruecos.

En las maniobras, informa des de Washington Ramón Vilaró, toman parte entre ochocientos y mil infantes de marina, apoyados por otros 2.000 que permanecerán en los buques anfibios Manitowac,Hermitage, Saginaw y Nashville y el portahelicópteros Guam, de la ar mada norteamericana. "Responden a necesidades de entrenamiento de la VI Flota", dijo un portavoz del Pentágono, calificando otros aspectos de "ma terial secreto y clasificado. Reflejan", añadió, "la larga comparación bilateral entre Estados Unidos y Marruecos". Las unidades estadounidenses pertenecen a la 32 División Aerotransportada. Regresan a Estados Unidos tras haber participado en Líbano en la fuerza multinacional de paz. EEUU y el reino de Marruecos han sido blanco de los ataques de los medios informativos ar gelinos, agrega Manuel Ostos desde Argel, que acusan a ambos países de acrecentar la tensión en la región del Magreb. Según Argel, la operación constituye también un aviso al futuro Gobierno socialista español ante un eventual equilibrio de su política en el norte de Africa.

La agencia argelina de Prensa y el rotativo El Moudjahid no han regateado sus epítetos para condenar la provocación de Washington al enviar un millar de marines a una zona muy próxima a la frontera argelina. Los comentaristas subrayan que el que se celebren tan cerca de este país obliga a Argelia a no permanecer indiferente.Los argelinos siguen muy de cerca el desarrollo de estas maniobras. Contrariamente a lo ocurrido con Madrid, que ha sido advertido por Rabat de las fechas en que tendrían lugar, Argel no ha recibido ningún mensaje tranquilizador por parte de Washington.

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