La visita del Papa
En una democracia, todo ciudadano tiene el derecho a disentir y yo disiento rotundamente de la forma y características que está teniendo la visita del Papa.En primer lugar, en las fechas de las elecciones generales, los medios de comunicación de masas no dejaban de hablarnos de ellas. Lo cual es lógico, pues era algo nacional, que nos afectaba a todos los españoles; pero, ¿por qué hacen lo mismo con la visita de un líder religioso, del presidente de una secta -la Iglesia católica bien puede ser una de ellas-, si eso sólo les afecta a sus seguidores? ¿O es que todos los españoles somos católicos?
Y los ateos, agnósticos, protestantes, adventistas, Testigos de Jehová, bautistas, católicos no practicantes, etcétera. ¿A ellos también se les debe cansar con la visita de un líder confesional?
Por otra parte, la Constitución dice, en el artículo 16, párrafo 3: "Ninguna confesión tendrá carácter estatal". Pues no se nota, ¿o haremos el mismo folklore cuando nos visite otro dirigente religioso? /
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