De pies a cabeza
Zapatos y joyas, considerados como accesorios, son a veces elementos indispensables de la moda
No hay moda sin zapatos. Así lo han entendido La Zapatería y Excrupulus Net, dos tiendas de Madrid. Zapatos y botas sobre un fondo de paja: así es como presenta sus modelos La Zapatería (antes Plastic). Y ni una concesión al pasado; ningún zapato de los años 70, ni siquiera del año 1981. Aquí no se encuentra una retrospectiva del zapato, como en muchas otras tiendas madrileñas. De ahí que no sorprenda averiguar que las dueñas son María Calleja, de Ararat, y Carmen Echevarría, de Berlín."El público es conservador y tiene vergüenza de ponerse los diseños muy modernos. Pero hay que educarlo; y esto es lo que, poco a poco, estamos haciendo. Ahora, las madres, al igual que las hijas, llevan nuestros zapatos", dice María. Y añade: "Encontrar modelos bonitos y originales es bastante difícil. La gran paradoja es que España es el país donde se fabrican los zapatos, pero no donde se diseñan". Alvaro Garpena, Miguel Hernández, Daniel Garbocci son de los escasos diseñadores. María compra en Alicante, pero ahí, casi todos los diseñadores son americanos y hacen copias de los zapatos... italianos. Para ella, el zapato de este invierno es de charol y ante combinados, con medio tacón, de color morado, azulón, rojo; y las botas son anchas, de ante o de piel, de media caña o altas con tacón bajo; cuestan entre 5.000 y 7.000 pesetas. La Zapatería está siempre llena y cuenta entre sus clientes a Ana Belén; la hermana del Rey, doña Pilar; el grupo Mecano; Isabel Presley, marquesa de Griñón; Massiel; Rocío Dúrcal; Paloma San Basilio; María José Cantudo; la lista es larga.
El último bebé de la calle Almirante es Excrupulus Net, con apenas un mes de vida. Una tienda blanca y negra, muy funcional, con chapas metálicas en las paredes y muebles de hospital, pintados en negro, que resultan tan atractivos como originales. Desde allí, Gloria Arias, Ana Calvo y Beatriz Garrido lanzan un desafío. Casi todos sus zapatos y botas de señora y caballero son italianos; los precios altos.
Lo explican: "Había que intentarlo. Además, para mi, los zapatos italianos son los mejores del mundo en estilo y en calidad". A Beatriz le gustaría ser el Bertie de Madrid, la zapatería de South Molton Street más de moda en Londres. Añade: "Pienso que nuestra calle podría convertirse en la South Molton Street de Madrid". En Excrupulus Net, el zapato de invierno es bajo, de ante combinado; las botas son de cuero desteñido y de media caña o con pliegues, y los precios oscilan entre las 7.000 y 9.000 pesetas.
El número 13
Un autodidacta, Joaquín Berao, es, sin duda, uno de los mejores joyeros de Madrid. Su tienda, situada en Conde de Xiquena, 13, lleva su nombre, y recuerda una galería de arte. Abrió en junio de 1982 y eligió la zona de Almirante porque11 es la zona más interesante Madrid y atrae a un público creativo, que tiene más imaginación a hora de emplear un accesorio". Es gran admirador de Brancusi -que le influye en su escultura- y de joyeros americanos, como los Artwear: Cara Croninger y Rob Lee Morris. "Están rompiendo con el concepto de la joyería. Emplean nuevos materiales, como acrílico, los bronces, los oxidados y el alabastro". Las joyas que diseña Joaquín son de formas limpias y esculturales. Trabaja con plata, oro, marfil, madera y plata empavonada y le gustaría utilizar un plástico nuevo si lo encontrase. Los punk le interesan mucho como movimiento creativo, y esto se refleja en algunas de sus creaciones: los pendientes-agujas, que parecen romper la oreja; los collares-armas. Sus brazaletes, anillos brillantes, collares, pendientes, gemelos y cinturones con hebillas de plata cuestan entre 6.000 y 250.000 pesetas. Con Joaquín Berao, el accesorio no cae en el olvido.
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