Los sijs proclaman la 'guerra santa' por la autonomía de un Estado indio

Los dirigentes, de la secta sij han proclamado la guerra santa para alcanzar la autonomía del Estado indio de Punjab. Como primera medida, han anunciado su intención de impedir el normal desarrollo de los IX Juegos Asiáticos, que deben inaugurarse en Nueva Delhi el próximo día 19.

En la víspera de esa fecha, millares de sijs armados marcharán sobre la capital con la intención de exponer a los visitantes extranjeros sus reivindicaciones, anunció Harand Singh Longowal, uno de los líderes del partido Akali, con miles de militantes. Los sijs marcharán en grupo y no ofrecerán resistencia si se les detiene.

La proclamación de la guerra santa marca la victoria del ala más dura de los sijs sobre la más moderada, que defiende el mantenimiento del diálogo con el Gobierno de la primera ministra, Indira Gandhi. La victoria de los duros se consumó el pasado jueves, después de una reunión de 18 horas de los responsables de la comunidad sij en su lugar santo, el Templo Dorado, en la ciudad de Amritsar, capital del Estado de Punjab, situado en el noroeste de la India, junto a Pakistán.

La vida por la nación

La decisión fue adoptada por la mayoría de los sijs, que levantaron afirmativamente la mano cuando los dirigentes les preguntaron si estaban dispuestos a sacrificar su vida por la causa de una nación independiente.Harand Singh Longowal ha declarado que lo menos que espera del Gobierno federal es una oferta de autonomía para Punjab. Ha anunciado que los sijs se seguirán dejando detener como lo han hecho hasta ahora, provocando un problema de sobrepoblación en las prisiones- tan importante que la primera ministra tuvo que poner recientemente en libertad a todos los prisioneros sin condiciones.

El líder del partido Akali aseguró que ha dado órdenes a sus seguidores para que se mantengan en calma, pero admitió que no puede garantizar cuál será su actitud en caso de provocaciones.

Además de la autonomía para el rico Estado de Punjab, los sijs reclaman el estatuto de ciudad santa para Amritsar, el nombre de Templo Dorado para un tren y el derecho a llevar armas en los aviones.

El Gobierno de Nueva Delhi se ha declarado en varios ocasiones dispuesto a negociar sobre las exigencias religiosas de los sijs. Entre 5.000 y 6.000 componentes de las fuerzas del orden y unidades para militares han tomado posiciones en la ciudad de Amritsar, habitada por 500.000 personas.