Susan Jenkins
ciudadana británica de veinticuatro años de edad, que en los últimos años ha visitado numerosos hospitales de Londres, quejándose o simulando padecer diversas enfermedades, para poder ser admitida como paciente. La que comienza a ser conocida en los ambientes médicos de la capital británica como la enferma imaginaria, recorre incansablemente los hospitales y las clínicas londinenses con la esperanza de ser internada. Si no lo consigue organiza grandes escándalos y hace poco comenzó a tirar las sillas de la sala de espera por una ventana, tras ser rechazada por un centro sanitario. En dos años, Susan ha conseguido ser operada diecisiete veces y actualmente se encuentra en prisión acusada de engañar y defraudar a la Seguridad Social británica. Todos los médicos que la han examinado recientemente, coinciden en la buena salud que disfruta la enferma imaginaria.
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