Kirilenko desaparece de la galería de dirigentes soviéticos
Buena parte de los corresponsales occidentales en Moscú tuvieron ayer la noticia del día a pocos metros de las ventanas de sus oficinas. Muy cerca del lugar en el que se encuentran las sedes de las corresponsalías de bastantes periódicos occidentales -EL PAÍS entre ellos-, un grupo de obreros levantaba el tinglado de madera en el que se expondrán las fotografías de los miembros del Politburó, como es costumbre que se haga en esta época del año, en víspera del aniversario de la Revolución de Octubre.
Ayer noche aún no habían sido instalados los retratos, pero se podía apreciar claramente que sólo había lugar para doce fotografías y, dado que los miembros titulares del Politburó son trece, se confirmaba el rumor que venía circulando por Moscú desde hace más de un mes: Andrei Kirilenko, de 76 años, considerado durante mucho tiempo como sucesor de Leónidas Breznev, ya no es miembro del Politburó, aunque aún no se haya hecho público su cese.Gracias a una observación propia de los más clásicos métodos de la kremlinología -que en este caso, más que a una ciencia inexacta, se asemejaría a un juego de prestidigitación- se tenía constancia del fin de la vida política de Kirilenko, un hombre cuya salud física tampoco es próspera desde hace al menos un año.
Los observadores han venido comentando durante los últimos tiempos las diferencias de opinión que, según ellos, enfrentaban a Kirilenko y a Constantin Chernenko, de 71 años, otro de los posibles sucesores de Breznev. Cuando, previsiblemente, el próximo día 15 se reúna en Moscú el pleno del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), Kirilenko dejará de pertenecer al Politburó, órgano del que era el miembro más veterano, después del propio Leónidas Breznev.
El pasado mes de marzo, en medios solventes soviéticos se comentó que la "caída en desgracia" de Andrei Kirilenko tenía su fundamento en su penoso estado de salud -padece de arteriosclerosis-, pero no se disiparon las sospechas de que detrás de todo pudiera estar "un enfriamiento de las relaciones" con sus antiguos amigos, el denominado clan Breznev, dominado por los clientes políticos del secretario general desde sus tiempos de dirigente en la cuenca del Dnieper.
El oscurecimiento de Kirilenko el pasado mes de marzo coincidió con detalles reveladores, como fue la fulminante dimisión del presidente de los sindicatos, Alexei Chibaev, promovido por Breznev y apadrinado por Kirilenko.
El próximo pleno del Comité Central puede dar lugar a nuevos nombramientos. Aún no se ha cubierto la plaza de titular del Politburó que dejara vacante con su muerte, el pasado mes de enero, Mijail Suslov. Dos, pues, podrían ser, las nuevas promociones.
A ellas -si se hace caso a los rumores más solventes- podrían tener acceso dos miembros suplentes: Vladimir Dolguij, de 58 años, que, como Kirilenko, está especializado en la administración de la industria pesada, y Edvard Chevamatse, de 54 años, líder del Partido Comunista georgiano desde 1978.
Un georgiano en la cúspide
De tener acceso al Politburó como miembro titular, Chevarnatse sería considerado, sin duda, como uno de sus más importantes peones. Chevarnatse tiene una indudable fama de enérgico: nada más llegar al puesto de secretario general del Partido Comunista georgiano tuvo que iniciar una amplia purga y una intensa campaña anticorrupción para "limpiarlo" de numerosos escándalos.El es también uno de los más expansivos autores de discursos ditirámbicos sobre el sistema y sus líderes. Su juventud -si es que se compara su edad con la del resto del Politburó- le podría convertir en un hombre con gran futuro político a medio y largo plazo. La URSS -habría que recordar- ya fue regida por otro georgiano -José Stalin-, por lo que, al menos, cuenta a su favor con un precedente.
De confirmarse los rumores, Chevarnatse se convertiría en uno de los hombres que más posibilidades tiene de ocupar el poder después de la muerte -o la dimisión- de Leónidas Breznev, de 76 años. Los otros dos son sendos secretarios del Comité Central y miembros, a la vez, del Politburó: el ya mencionado Constantin Chernenko y Yuri Andropov, de 68 años, el poderoso político que durante más de tres lustros encabezó el Comité de Seguridad del Estado (KGB).
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