Los dirigentes de los partidos vuelven hoy a la actividad política

La actividad política se reanuda a partir de hoy con intensidad tras el paréntesis del puente de Todos los Santos, que los líderes políticos han destinado fundamentalmente al descanso. Para hoy está prevista la reunión de los comités ejecutivos de los partidos socialista y comunista, y para el próximo jueves, la de los órganos dirigentes de UCD y Alianza Popular. Entre todos estos actos destacan la entrevista, a celebrar mañana, con toda probabilidad, entre Felipe González y Leopoldo Calvo Sotelo para estudiar la "transmisión de poderes", y el conflicto interno de los comunistas, que, entre otras cosas, esperan llegar a un acuerdo con el PSOE para poder formar grupo parlamentario propio.

Dos puntos de interés político de la jornada festiva de ayer las protagonizaron el rey don Juan Carlos y el presidente del Gobierno en funciones, Leopoldo Calvo Sotelo, por un lado, y el vencedor de las elecciones del pasado jueves, Felipe González, y su número dos, Alfonso Guerra, por otro. Don Juan Carlos y Calvo Sotelo mantuvieron una entrevista ayer tarde en el Palacio de la Zarzuela, a la que no se ha dado más trascendencia que ser uno más de los habituales contactos que el Monarca y el presidente del Gobierno mantienen todos los lunes, según fuentes de La Zarzuela.El contenido de las reuniones de trabajo entre Felipe González y Alfonso Guerra en la localidad sevillana de Dos Hermanas, donde el líder del PSOE se encuentra descansando, permanece protegido por una barrera de silencio. Un familiar de Felipe González manifestó a los periodistas que no sabía nada de la reunión de ayer -también se entrevistaron largamente el domingo-, tan sólo que "han dado orden de que ni se llame a la puerta".

Después, el propio Felipe González se acercó a la verja de la casa de sus familiares para decirles a los periodistas que comprendía su interés, pero que no podía informar de nada. Es presumible que el tema central de la conversación entre Guerra y Felipe González haya sido la composición del nuevo Gobierno socialista.

Lo que sí parece probable, según pudo recabar ayer este periódico en diversas fuentes, es que se modifique el reglamento de la Cámara y se permita la formación de otros dos grupos parlamentarios: el del Partido Demócrata Popular (PDP), que ha concurrido a las elecciones en coalición con Alianza Popular y ha obtenido dieciseis diputados, y el comunista, que tan sólo ha logrado cinco.

Alfonso Osorio, candidato electo por AP, reveló ayer que una de las condiciones para la firma de la coalición AP-PDP fue la posibilidad de que estos últimos pudieran obtener grupo parlamentario propio. Ahora, comenzarán los contactos entre ambos partidos, y con los socialistas, para lograrlo.

El grupo del PCE

Mención aparte merece el tema de los comunistas, cuya reunión del comité ejecutivo prevista para hoy, puede tener importantes consecuencias. Según ha sabido EL PAIS en fuentes de absoluta solvencia, el secretario general de los comunistas, Santiago Carrillo, desearía hacer algunos cambios entre los cinco diputados que este partido ha obtenido en las elecciones legislativas. Los cinco diputados electos del PCE son Santiago Carrillo, Fernando Pérez Royo, Antonio Palomares, Gregorio López Raimundo y Horacio Fernández Iguanzo. Entre todos, pueden sumar una edad media de sesenta años.Carrillo desearía, por un lado, "rejuvenecer" el grupo, y, por otro, dotar a sus integrantes de una alta preparación técnica y parlamentaria. De acuerdo con fuentes comunistas, el diputado por Asturias, Horacio Fernández Iguanzo, podría dimitir y dejar paso al número dos de la candidatura: Aurora Puente Uría, una joven ingeniera muy bien considerada entre las nuevas generaciones comunistas.

Más problemas se le pueden presentar a Carrillo con la segunda de las modificaciones que le gustaría efectuar: dedicar a Gregorio López Raimundo a las tareas de recomposición del Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC), el partido de los comunistas catalanes, y recuperar como parlamentario al número dos de la lista por Barcelona, Jordi Solé Tura. Un portavoz autorizado del secretariado central manifestó que "el cambio ya está prácticamente hecho: Solé Tura será diputado". Sin embargo, el secretario general del PSUC, Antoni Gutiérrez, respondió a ello: "El que afirme eso es un irresponsable. Yo no digo que no pueda ocurrir, pero desde el día 28 hemos tenidos dos reuniones de la ejecutiva, aquí en Cataluña, y ese tema ni se ha planteado".

El problema de fondo habría que buscarlo, según interpretación del diputado Pérez Royo, en la estrategia de Antonio Gutiérrez, partidario de recuperar la implantación del PSUC en las cuatro provincias catalanas -en las elecciones legislativas del 77 y del 79 obtuvieron ocho diputados, frente a tan sólo uno, obtenido en los comicios del pasado jueves-, aunque pare ello se desmarque de manera ostensible del PCE. Una versión de los hechos muy similar fue facilitada por una persona muy próxima a Santiago Carrillo: "El PSUC intentará alejarse de la imagen del PCE de Madrid, porque ellos creen que les ha perjudicado en Cataluña", dijo este portavoz comunista, "y lo último que va a hacer Antonio Gutierrez es dejar marchar a las personas mas valiosas con las que cuenta en PSUC, entre ellas, indudablemente, Jordi Solé Tura".

En último caso, la voluntad del propio Solé Tura está más identificada con los deseos de Gutierrez que con los de Carrillo. Pero no parece que acaben aquí los problemas del secretario general de los comunistas. Hay otro diputado de los cinco que han salido elegidos que podría aprovechar la futura ley de incompatibilidades para abandonar el escaño y dar paso al siguiente de la lista. "Mi problema", manifestó el afectado a este periódico, "es que no creo que este partido tenga solución. Estamos condenados a desaparecer si no se producen cambios espectaculares y, desgraciadamente, creo que no se van a producir".

En lo que sí están de acuerdo los comunistas es en negociar con Alfonso Guerra para poder obtener grupo parlamentario propio.