Mendès France expuso, poco antes de morir, sus dudas sobre el modelo socialista francés

Media hora antes de fallecer, el pasado día 18 de octubre, Pierre Mendès France, el ex presidente del Consejo e ídolo venerado de la izquierda no comunista francesa, que le calificó como "el último de los justos", mantuvo una conversación telefónica con el historiador francés Raymond Tournoux, en la que le manifestó sus inquietudes y pesimismo sobre la experiencia del socialismo a la francesa. Tournoux, ayer, transcribió públicamente, en el semanario Le Figaro Magazine, su diálogo con Mendès France."Yo conozco a la mayor parte de los socialistas y de los ministros. Todos tienen muy buena voluntad, pero no conocen los problemas. Han permanecido mucho tiempo fuera del poder y esto explica sus impulsos, sus impaciencias", dice Mendès France, antes de añadir: "Las perspectivas no son rosadas precisamente, pero también es cierto que se obstaculiza la acción de Mitterrand. Usted sabe que la sociedad francesa es de las más injustas del mundo occidental".

A propósito de la significación y del contenido del socialismo a la francesa, Mendès France estima que "nadie sabe muy bien de lo que se trata". Tournoux le pregunta por las posibilidades de colectivización de la economía y por el significado de la presencia de los comunistas en el Gobierno, y Mendès France responde: "Sé muy bien que Mitterrand puede perder la partida. Pero Mitterrand detesta a los comunistas mucho más que usted y que yo. De cuando en cuando hace algún gesto en su dirección, pero por pura táctica. De hecho, los problemas económicos le inquietan más que los políticos".

Refiriéndose concretamente a las cuestiones económicas, y más aún al enorme déficit exterior francés, ligado, a su entender, a la independencia francesa en el concierto internacional, el símbolo número uno de la moral y de la ética de la izquierda francesa contemporánea dijo: "Ese es el problema francés número uno. Eso es lo que cuenta, y eso es inquietante y me preocupa mucho. Somos frágiles y, en ciertos momentos, soy pesimista".

Mendès France, durante los últimos años, dirigió El Correo de la República, una revista que él fundó y que aparece de manera irregular. En la víspera de su muerte apareció el último número por él supervisado, en el que se atisban las ideas que le expuso a Tournoux pocos minutos antes de morir.

En dicho número se lee: "El error de la izquierda consistiría en creer que puede hacer socialismo de reparto, de generosidad, sin preocuparse mucho de la eficacia económica. La derecha ha ganado de antemano si se continúa hundiendo nuestro aparato productivo en términos de capacidad competitiva".

El mismo sermón a los socialistas resalta: "Es posible que no haya más remedio que apenar a los militantes de formación literaria, que no conocen las realidades económicas. Y lo mismo a quienes una filosofía marxista les ha conducido a creer que la eliminación del provecho capitalista desencadena inmediatamente, sin más esfuerzo, una prosperidad inaudita, con el final automático de todas las opresiones y con el desahogo de todas las libertades. A estos últimos habría que pagarles un viaje de estudios a Polonia o a otro país cualquiera de los que han eliminado el capitalismo". "Lo más rápidamente posible, hace falta un Gobierno de eficacia, y no de ideología", añadió Mendès France.