Pescadores de Palamós denuncian la actividad de embarcaciones 'piratas'

La Cofradía de Pescadores de Palamós (Gerona) ha declarado la guerra a las embarcaciones piratas de Barcelona que asolan sus costas. Tras una primera escaramuza, la Cofradía de Pescadores ha dirigido un escrito a la Zona Marítima del Mediterráneo para denunciar la situación y solicitar su intervención y el cumplimiento de los pactos suscritos entre las barcas de Palamós y las de la Barceloneta.

Todas las noches, desde hace aproximadamente un mes, alrededor de cuatro embarcaciones aparecen ante las costas de Palamós, rastrean con sus redes fondos de casi medio metro y capturan todo tipo de especies, destruyendo crías y plancton. Después marchan con su mercancía hasta el puerto de Arenys de Mar, donde la ponen a la venta.Hace poco menos de una semana, una de estas embarcaciones piratas quedó embarrancada en unas rocas de la playa de Castell. Gracias a este accidente, la Cofradía de Pescadores de Palamós obtuvo las pruebas necesarias para presentar la denuncia, que no se formuló antes porque se carecía de elementos testificales.

Amadeu García Margalef, cofrade mayor de Palamós desde hace diez años, ha explicado a EL PAIS que aquella noche algunas barcas de la localidad tuvieron que hacerse a la mar para salvar a La Carolina. Una vez finalizaron con la tarea de salvamento, solicitaron del patrón de la embarcación el rol, y cuál sería su sorpresa al encontrarse entre los documentos un permiso firmado por la Comandancia de Marina de Barcelona por el que se les permitía pescar de noche con redes no autorizadas en la zona, contraviniéndose así los pactos firmados entre ambas flotas hace dos años.

"Llevaban artes claras", explica Amadeu García Margalef, "que son las adecuadas para la pesca de los bonitos y de los atunes. Esta pesca se debe realizar durante el día, lejos de la costa y con otro tipo de aparejos. Sin embargo en La Carolina, amparándose en este permiso, las utilizaban para pescar de manera inadecuada y por la noche".

El cofrade mayor de Palamós ha asegurado que si la Comandancia, con sede en Barcelona, no responde a su denuncia, tomarán otras medidas, mucho más drásticas. Para Amadeu García Margalef lo que está en juego es la supervivencia del puesto de trabajo de casi cuatrocientos pescadores y de doscientas embarcaciones.

"El que quiera venir de fuera, que venga. Pero que cumpla con lo acordado: que se toque puerto por la tarde, que se presente a la autoridad, que anuncie la intención de pescar en nuestra costa, que enseñe la documentación y que salga por la mañana desde las ocho a las seis de la tarde, como hacemos todos", concluye el cofrade.