La explotación del trasvase Tajo-Segura obliga a Murcia a mejorar sus comunicaciones
Recién aprobado el Estatuto de Autonomía de Murcia, esta región uniprovincial se enfrenta a un reto singular con el desarrollo espectacular de su agricultura, gracias a la puesta en marcha del trasvase Tajo-Segura. Sin embargo, los problemas de Murcia son los tradicionales y seculares, precisa una mejora urgente de su infraestructura.
Según el sociólogo murciano Juan Monreal, un intelectual socialista que vivió durante un año escaso la puesta en marcha de la autonomía regional, desde la vicepresidencia de la Diputación Provincial, a lo largo de 1980. "Murcia continúa careciendo de una infraestructura física fundamental para su vida económica y social. Falta una buena red de carreteras y la solución de la comunicación con Alicante, que pasa por la Construcción del tramo de la autopista del Mediterráneo, que también debería llegar hasta Cartagena".Para Monreal, la administración de los recursos naturales escasos, principalmente en agua, es determinante para una economía basada en la agricultura. "Sin embargo, el sector agrario reúne las mayores potencialidades de desarrollo. Tenemos el mejor clima y necesitamos que para su aprovechamiento se potencie una industria específica, como es el caso de las empresas agroalimentarias".
Respecto a los primeros pasos de la administración autonómica, Monreal comenta que "ahora estamos nadando en un mar de confusionismo. Existe cierto caso, y la falta de coordinación nos hace desperdiciar recursos humanos. No hay más que ver, por ejemplo, las competencias sobre el agua, el elemento más importante de nuestra economía: nada menos que son cinco los organismos que se disputan su competencia".
Las expectativas murcianas dependen en buena parte, según Monreal, de la actuación del Gobierno regional. En Murcia no existe conciencia regional. Por eso hay que vender eficacia, incorporando al proyecto regional a las elites sociales y de prestigio; si no, es muy difícil funcionar".
70.000 hectáreas convertidas en regadío
Son casi 70.000 las hectáreas de secano convertidas en regadío gracias a las aguas del trasvase, desde que esta obra se puso en marcha con carácter provisional en 1979. En la actualidad, 60.000 regantes se plantean que el trasvase no es la panacea que soñaban. "Nuestro caballo de batalla es el precio del metro cúbico de agua, porque la ley de explotación del acueducto Tajo-Segura resulta ajena a los intereses del regante", dice Joaquín Garcia Yelo, presidente de la comisión gestora del Sindicato de Regantes del trasvase. García Yelo recuerda que el precio actual del metro cúbico de agua está ahora en 6,29 pesetas, precio que han "aguantado" durante todo el pasado año sin variar, después de presionar ante la Administración."Pedimos una ordenación de cultivos", comenta, por otra parte, el presidente de los regantes, "porque nos enfrentamos con unos riesgos altísimos, como son las heladas que afectan con cierta periodicidad a los frutales, y la escalada sin fin del precio del agua. Además", añade, "nos encontramos con un excedente de plantaciones de limoneros y de melocotón. Todo esto, unido al coste que supone la conversión de una hectárea de secano en regadío, alrededor de un millón de pesetas de inversión, dificulta la puesta en marcha de esta nueva agricultura".
Antonio Izquierdo, representante murciano en el comité de gestión de exportación de cítricos, coincide en la necesidad de una reordenación de los nuevos cultivos.
Murcia controla el 90% de la exportación total de limones españoles. La industrialización del limón supone para la región el empleo de cerca de 10.000 trabajadores fijos-discontinuos y unos beneficios de 13.600 millones de pesetas.
Para los conserveros murcianos, el segundo sector importante en la economía de la región, al ingresar unas divisas del orden de los 10.000 millones de pesetas por año, los principales problemas de esta industria radican en la falta de facilidades crediticias para una inversión que potencie la infraestructura conservera. Según José Luis López Fajardo, presidente de los conserveros murcianos y representante nacional del sector, "contamos con una técnica muy avanzada, que reduce progresivamente la mano de obra".
Cartagena, por su parte, concentra el 90% de la industria pesada de la región, con mayoría de empresas estatales y multinacionales, que emplean a cerca de 45.000 trabajadores. "Socialmente es una ciudad que vive en torno a la presencia militar y depende en gran parte del estamento castrense", comenta el secretario comarcal de CC OO, Isidoro Galán. Para el dirigente laboral, la ciudad no tiene una burguesía autóctona que desarrolle una industria independiente.
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