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Los Sabandeños rescatan la tradición de los boleros canarios

Los Sabandeños han sorprendido a sus seguidores en España con otra gran obra, Boleros canarios de amor y trabajo. A sus diecisiete años de historia, con otros tantos discos sobre sus espaldas, el grupo folklórico canario que dirigen Elfidio Alonso y Enrique Martín ha vuelto a sorprender. Cuando acabábamos de escuchar sus Romances de San Borondón, traen un regalo inesperado y exquisito.Y no se trata de un farol este nuevo disco con el que vuelven a abrirnos los ojos Los Sabandeños, porque, como explica Elfidio Alonso, "los boleros estaban ahí, en Canarias, como un género folklórico que había pasado por las islas rumbo a América". Y en el archipiélago ha habido, y hay grandes cultivadores de boleros, desde el maestro Lecuona, descendiente de tinerfeños, que en Cuba compuso Siboney, hasta cualquier parrandero espontáneo de los tantos que suelen frecuentar, guitarra en ristre, las fiestas locales del terruño. "El bolero deriva, en cierta medida, de la seguidilla y la folía, y es un cauce para la nostalgia que le cuadra a la perfección al canario", dice Alonso Quintero.

En este disco, con el que Los Sabandeños vuelven a distinguirse, tras algún ejemplo menos favorable, como buenos cuidadores del diseño de sus carpetas, se advierte una cosa que es sensacional: la manera tan natural y genial que tiene esta gente para hacer comercial un producto sin menoscabo de su calidad. Hay en estas ocho canciones de amor y trabajo un esfuerzo evidente por rescatar el género de la simpleza en que otros lo habían hecho caer y por ofrecer una cara inédita de la variedad folklórica del archipiélago, que, sin admitir como propio el bolero, lo había acogido. entre sí de buena gana, sin que casi nos diéramos cuenta. Y ahí está el talento de Los Sabandeños, como antes lo estuvo en La cantata del mencey loco o en Canarios en la independencia latinoamericana e, incluso, en su misma aparición como grupo numeroso que por primera vez cantaba a coro, sin el acompañamiento del baile, los ritmos del folklore canario. Aquello era también normal porque existía ya la parranda, aunque pocos se dieran cuenta de que sólo había un paso de ésta a la agrupación que1uego fue e inspiró a otras tantas formaciones folklóricas en las islas. Ya a nadie extrañará, a partir de este momento, escuchar un bolero en medio de cualquier festejo y, es más, habrá desde hoy un modo particular de interpretarlo, desde el instante en que ha sido editado este disco de Los Sabandeños.

"En Canarias hay una gran afición al bolero", afirma el autor de la totalidad de las letras de esta obra, "y aquí se canta de manera distinta a como se hace en México o Cuba. La tradición nos viene enriquecida con la presencia de los Panchos o el Trío Calaveras en las islas. Por eso a nadie debe espantarle que el bolero forme parte tanto de nuestro cancionero como del latinoamericano. Por otra parte, la idea ha sido dignificarlo poniendole una letra decente".

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