Repulsa de la extrema derecha a las negociaciones propuestas por la oposición de El Salvador

La propuesta de paz presentada en México por la oposición salvadoreña ha originado en su país un rotundo rechazo por parte de la ultraderecha, comentarios contradictorios a nivel de Gobierno y profunda satisfacción en medios de la Iglesia católica. A la vista de estas reacciones parece prematuro pronosticar cuál va a ser el resultado de esta iniciativa de diálogo en una nación que desde hace dos años dirime sus conflictos internos con las armas.

"No permitiremos ni diálogo ni negociación con los grupos criminales", ha dicho en nota escrita Roberto d'Aubuisson, presidente de la Asamblea Constituyente y líder del partido ultraderechista Arena. "Sería la mayor traición y el absurdo político más incalificable si se aceptara, por parte del Gobierno, sentarse a conversar -y menos negociar- con quienes han sembrado el luto y la destrucción en el pueblo salvadoreño".El ex comandante del Ejército añadió que la posición oficial es la de no negociar. "Cueste lo que cueste, lo vamos a cumplir. No permitiremos que los chantajes o las amenazas quebranten nuestra decisión".

Fuentes cercanas al presidente Alvaro Magaña dijeron que el Gobierno ya se ha manifestado a este respecto, refiriéndose sin duda a la reciente exhortación presidencial para que la guerrilla abandone las armas y se incorpore al proceso democrático, que debe concluir en unas elecciones generales dentro de dos años. Un funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores, que encabeza el democristiano Fidel Chávez, consideró positiva la propuesta, aunque opinó que era "un tanto vaga".

El líder de la Democracia Cristiana, ex presidente Napoleón Duarte, no descartó un diálogo con la oposición, aunque puso dos condiciones: "Que todos los sectores involucrados estemos dispuestos a declarar públicamente nuestra oposición a la alternativa de la violencia, sin importar su signo, y que todos estemos dispuestos a aceptar las reglas democráticas, para lograr un pluralismo político real".

El arzobispo de San Salvador, Arturo Rivera, calificó, de oportuna la propuesta que Ungo presentó en México. "Siempre he insistido en la búsqueda de una salida política", dijo, "y las conversaciones entre el Gobierno y la izquierda deben darse".

Dejando de lado una pregunta sobre si podría convertirse en testigo de un eventual diálogo entre las partes, Arturo Rivera añadió que "después de tanto sufrimiento del pueblo es conveniente que haya reconciliación y que la paz sea un hecho positivo para el pueblo salvadoreño".

El rechazo más visceral de toda negociación procede de la ultraderecha y del alto mando militar, ya que arribos sectores son conscientes de que cualquier arreglo pacífico pasaría por su eliminación de los sectores de poder que actualmente ocupan.

Washington también se opone

Estados Unidos, favorable a una "reconciliación" en El Salvador, se opuso ayer a las negociaciones "de igual a igual" entre el Gobierno y la guerrilla de este pais centroamericano, según ha afirmado el portavoz del Departamento de Estado, John Hughes. Para Washington, informa la agencia France Presse, los guerrilleros deben primero deponer las armas y participar de forma pacífica en la vida política de su país.Las declaraciones expresan el punto de vista dela Casa Blanca sobre la oferta de diálogo directo y sin condiciones hecha al gobierno de El Salvador por el Frente Democrático Revolucionario (FDR) y su brazo armado, el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN).