El movimiento pacifista sueco da muestras de una gran dosis de vitalidad
El movimiento pacifista de Suecia dio ayer una nueva prueba de su vitalidad cuando una multitud estimada en unas 25.000 personas respondió a la convocatoria de medio centenar de organizaciones para congregarse ante las embajadas norteamericana y soviética.
Bajo la consigna Construir un puente para la paz, los manifestantes se dividieron en dos grandes grupos; cada uno se dirigió simultáneamente a las sedes diplomáticas de Estados Unidos y la Unión Soviética. Una gigantesca cadena de manos unidas formó así el puente, en cuyos dos extremos se encontraban los destinatarios, a quienes simbólicamente se procuraba unir.La manifestación fue organizada por diversos movimientos pacifistas, religiosos y por sectores, con especial participación de los sectores juveniles de todos los partidos políticos de Suecia, con excepción del Partido Conservador.
Simultáneamente con la marcha, tenían lugar en la tradicional plaza de reunión Sergels Torget representaciones de mimos y actores teatrales, que expresaban sus mensajes de paz.
Dos días antes, unos 7.000 jóvenes estudiantes habían realizado una gran marcha con el mismo objetivo.
En el marco de la semana organizada por Naciones Unidas culminó ayer, domingo, en Suecia una de las mayores demostraciones pacifistas de los últimos tiempos.
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