El fiscal pide 45 siglos de cárcel para cinco de los asaltantes del Banco Central

El fiscal de la Audiencia Nacional ha solicitado penas que sumadas suponen 45 siglos de prisión para cada uno de los cinco principales acusados del atraco al Banco Central de Barcelona, hecho ocurrido el 23 de mayo de 1981. No obstante, si son condenados, no cumplirán más que treinta años, máxima pena de prisión prevista en el Código Penal

Esta es la mayor pena de cárcel que ha sido solicitada nunca por un fiscal en España. El fiscal solicita para José Juan Martínez Gómez (el número uno), Tomás Paz Trenado, Miguel Millán Gros y Rafael Edo Bertolín penas de veintidós años por robo, de diecisiete años por cada uno de los 263 delitos de detención ¡legal y doce años por depósito de armas.Para Alberto Ots Jiménez, veinte años por robo, diecisiete años por cada uno de los 263 delitos de detención ¡legal y doce por el depósito de armas.

Para Cristóbal Valenzuela Marcos, Jorge Valenzuela Marcos, Juan Manuel Quesada Jibaja, Mariano Bolívar Tirado y Francisco Martínez Domínguez, el fiscal pide para cada uno de ellos penas de diecinueve años por robo, diez por depósito de armas y quince por cada uno de los delitos de detención ilegal.

Para María Julia Cabrera Bañón, siete años como cómplice del robo, y para María del Carmen Dedeu Sole, dos años como encubridora del robo. Para esta última, el fiscal ha solicitado la libertad provisional, y la sala la ha concedido bajo fianza de 50.000 pesetas.

A los principales acusados se les han aplicado las agravantes de reincidencia, disfraz y de la trascendencia que tuvo el hecho.

Los hechos

Según el escrito de conclusiones del fiscal, al que ha tenido acceso Europa Pres, los hechos ocurrieron de la siguiente forma: el procesado José Juan Martínez Gómez, en el año 1978, en la prisión de Carabanchel de Madrid, decidió preparar un atraco contra una institución bancaria importante, para obtener un buen botín y con el mismo ausentarse de España. Desde dicha fecha comenzó a realizar los preparativos del mismo, buscando dinero y las personas que le pudieran ayudar a la consecución de su deseo.

En los primeros meses de 1981 consiguió dinero para financiar la operación y el reclutamiento de personas afines con sus ideas, resultando éstas los procesados Cristóbal Valenzuela Marcos, Tomás Paz Trenado, Juan Manuel Quesada Jibaja, Mariano Bolívar Tirado, Francisco Martínez Domínguez, Miguel Millán Gros, Jorge Valerizuela Marcos, Alberto Ots Jiménez y Rafael Edo Bertolín.

Todos puestos de acuerdo en unidad de acción, eligieron para realizar el hecho la oficina del Banco Central sita en el número 26 de la plaza de Cataluña, de Barcelona, dado que Tomás Paz Trenado conocía a la procesada María Julia Cabrera Bañón, empleada del banco, la cual le suministró planos e informes relativos al personal, medios que les facilitaron la entrada en el edificio, así como datos sobre su interior.

Disparos y rehenes

Después de estudiado minuciosamente el plan -sigue el informe fiscal-, el día 23 de mayo de 1981 se reunieron en un lugar próximo a dicho banco, a primeras horas del día, y después de distribuirse una rrietralleta Stein modelo MK-II, dos pistolas marca Llama, de 9 milímetros Parabellum, cinco pistolas Astra y una pistola Star, tina pistola S-S y tres revólveres, se dirigieron al banco sobre las 91.18 horas. Entraron por la puerta principal e inmediatamente, cubriéndose con unos pasamontañas la cara para no poder ser identificados, comenzaron a disparar las balas de manera intimidatoria contra el techo. Tomaron como rehenes a todas las personas que se encontraban en el local, 263 entre empleados y clientes, y arrebataron a los vigilantes jurados dos revólveres que portaban.

Una vez ocupado el inmueble, los asaltantes hicieron público un comunicado, dirigido a las autoridades, en el que exigían la libertad de deterrninadas personas (implicadas en los sucesos del 23-F), con la intención de confundir a la opinión pública y establecer unas negociaciones largas que les permitieran, una vez conseguido su propósito, darse a la fuga.

A tal efecto, intentaron perforar el muro del sótano del banco con un taladro de 1.000 vatios, con el objeto de poder huir por el alcantarillado, pero no lograron conseguir sus propósitos.

En el transcurso de los hechos, el procesado José Juan Martínez, al ver a uno de los secuestrados, Ricardo Martínez Calafell, que a su juicio realizaba un movimiento extraño, le disparó un tiro contra las piernas, al que le causó lesiones que tardaron en curar 180 días, (durante los cuales precisó asistencia facultativa y no se pudo dedicar a sus ocupaciones habituales, no quedándole defecto ni deformidad.

Entrada de los 'GEO'

A las 20.30 horas del día 24 de mayo, dado que las negociaciones no prosperaban, miembros del Grupo Especial de Operaciones (GEO) entraron por la terraza del edificio, siendo liberados los rehenes que continuaban en las dependencias, ya que otros habían sido puestos en libertad de forma progresiva.

En el hotel Continental, próximo al banco, fueron halladas 300.000 pesetas propiedad de la entidad asaltada. En un local de la calle de Casanovas, número 199, alquilado por la banda, se había excavado una pequeña galería, donde se encontraron un revólver y una pistola.

Por su parte, la procesada María del Carmen Dedeo Sole, que había vivido en Barcelona con José Juan Martínez, una vez conocida la ocupación del Banco Central se deshizo, arrojándolo al mar, de un paquete que contenía los planos e informes de dicho banco.

De la institución bancaria, los procesados se apoderaron con ánimo de lucro de 603.000 pesetas, habiéndose recuperado las 300.000 ya mencionadas, y se causaron daños valorados en 2.217.227 pesetas. Dado el número de personas retenidas por los procesados el tiempo que los perjudicados estuvieron privados de libertad y la forma de la realización con la publicación de un manifiesto aparentando carácter político, todo ello produjo gran alteración de orden público en todo el territorio nacional.