_
_
_
_

Los partidos liberales europeos

El partido liberal alemán ha cosechado su segunda grave derrota, que lo deja fuera esta vez del Landstag bávaro, con sede en Munich. La campaña que se viene desarrollando en toda la República Federal de Alemania contra el partido de Hans Dietrich Genscher, sabiamente muñida por los socialdemócratas de Willy Brandt tras la caída de Helmut Schmidt y el relevo de Helmut Kohl, está dando sus frutos. ( ... )La tendencia europea con respecto al partido liberal es de alejamiento progresivo. Resulta fácil pronosticar que los liberales de Genscher alcanzarán una mínima representación en el Bundestag si no consiguen antes enderezar una imagen deteriorada en la última apuesta en favor de los democristianos. Tanto éstos como los socialdemócratas cuentan con un electorado bastante fiel. Son los indecisos los que sostienen a los partidos menores, que, a su vez, pueden hacer que la balanza del Gobierno se incline en favor de Schmidt o de Kohl. El avance considerable de los verdes -extraña amalgama donde caben todas las extravagancias políticas y sociales, codo a codo con los ecologistas auténticos- supone siempre una resta para el partido liberal. Ese es, al menos, el caso alemán. ( ... )

Sea como fuere, el partido liberal -tanto en la República Federal de Alemania como en otros países occidentales- se encuentra en proceso de revisión por parte del electorado. Se ha dicho siempre que liberal se es por talante y no por partido. Mientras la opulencia y el bienestar social eran patrimonio de los países occidentales, un partido liberal mantenía, en el plano de las ideas políticas, una cierta razón de ser. Hoy, el electorado tiende a radicalizarse en posturas enfrentadas: una economía gestionada según el modelo socialista-estatalizador- o una economía conducida de acuerdo con las leyes del mercado, con leve control estatal. El partido liberal -y estamos respondiendo a la primera pregunta- nada entre dos aguas y, lo que es más inaceptable para un electorado que se plantea los problemas reales y, concretos, puede inclinarse hacia uno u otro modelo social sin perder el rostro. Esta evidencia está dando los primeros resultados -y bien sonoros- en la República Federal de Alemania y no tardará mucho en darlos en los restantes países donde el partido liberal -incluso disfrazado de socialdemocracia, como es el caso inglés- aún tiene electores.

15 de octubre

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_