Los armadores acusan a Francia de intentar restar potencial a la flota pesquera española
Los armadores de buques de pesca españoles acusan al ministro francés de Pesca, Louis Lepensec, de prácticas demagógicas, y denuncian que la política pesquera del país vecino está orientada a retrasar el ingreso de España en la Comunidad Económica Europea y a restar potencial a nuestra flota en aguas europeas, con lo que se facilitaría la masiva penetración de productos galos en el mercado peninsular.
El ministro de Pesca francés, Louis Lepensec, amenazó a primeros de mes en Luxemburgo con rechazar cualquier acuerdo pesquero entre España y la CEE para 1983 si no se obtenían garantías de que los barcos españoles respetarán la reglamentación comunitaria y abandonarán la pesca salvaje en el golfo de Vizcaya.La respuesta española, a través de la Federación Española de Armadores de Buques de Pesca y la Asociación de Armadores de Pasa es, no se hizo esperar. Los primeros acusan al ministro de querer ocultar con sus palabras el intento francés de limar el potencial de la flota española en beneficio de su propia flota, que colocaría con facilidad en nuestro mercado -ávido de productos pesqueros- su producción. Los armadores de Pasajes protestan por el esfuerzo realizado para acomodar su flota a las licencias que ofrece la CEE y por la falta de respeto hacia esa voluntad. "Consideramos", dicen en una carta remitida a Louis Lepensec, "que la medida anunciada por el Gobierno de Francia no aprecia el considerable esfuerzo realizado por el sector armador de este puerto de Pasajes, y esperamos que estimen nuestra situación". -
La Federación de Armadores va más allá, y no sólo rechaza de plano la acusación de que los barcos españoles no respetan la reglamentación comunitaria, sino que también traslada la denuncia de pesca salvaje a la propia flota francesa. Los armadores consideran que los márgenes para saltarse el reglamento de pesca de la CEE son mínimos y puntualizan que un buque español, en caso de transgresión a la norma de la CEE, es sancionado doblemente, porque primero se le impone una multa y después la propia Comunidad le retira la licencia de pesca.
En la lista de despropósitos comunitarios, los armadores aseguran que al pesquero español Martimuno Segundo se le suspendió el derecho a la licencia comunitaria por doce meses alegando que fue visto y fotografiado faenando en aguas comunitarias el pasado 20 de febrero. Y en esa fecha el barco estaba amarrado en el puerto de Pasajes.
Detrás de las afirmaciones del ministro francés, los armadores entienden que se esconde la intención de limitar, en la próxima negociación de los acuerdos pesqueros entre España y la CEE (que comienza el próximo mes), el número de barcos palangreros, arte de pesca selectiva hacia el que evolucionaron muchos buques arrastreros españoles en los últimos años. El objetivo, en todos los casos, es el mismo: potenciar la flota francesa y colocar con facilidad el pescado en el mercado español. En la actualidad, el número de licencias comunitarias asciende a 128.
Enfrentamientos en Galicia
Directivos de la Asociación de Armadores de la flota gallega de arrastre estudiaban, a última hora de la noche del miércoles, la posibilidad de anular el anunciado amarre de los 160 barcos que operan con este arte de pesca en Galicia, tras participar en una reunión convocada por la Consejería de Pesca de la Xunta, a la que asistieron también representantes de la flota artesanal de palangre. Arrastreros y palangreros mantienen posturas enfrentadas sobre la oportunidad de una orden ministerial del pasado mes de febrero, por la que se extendía a fondos inferiores a doscientos metros la prohibición de faenar al arrastre en la plataforma continental gallega, de sólo diecisiete millas de amplitud, según informa Anxel Vence.
Por otra parte, los pescadores catalanes acatarán los acuerdos suscritos con los vascos sobre pesca de túnidos, según ha anunciado el director de Pesca del Gobierno vasco, Miguel Muruaga, en relación al conflicto surgido por la presencia de la flota vasca en aguas mediterráneas.
El mencionado acuerdo establece que la flota vasca se dedicará a la pesca de túnidos en aquellas aguas bajo la normativa y reglamentación de pesca de aquellas cofradías. Este acuerdo fue impugnado por algunas cofradías del Mediterráneo, lo que dio lugar a que las autoridades pesqueras del Gobierno enviaran telegramas a las partes en conflicto, ordenando que se permitiese faenar a la flota vasca siempre y cuando se Cumpliera el acuerdo en todos sus términos.
Los pesqueros españoles Maflor, Mariscos Rodríguez 1 y Virgen de la Palma, apresados la semana pasada por lanchas patrulleras portuguesas, regresaron a Isla Cristina tras abonar 170.000 pesetas cada barco, en concepto de multa por faenar en aguas demasiado próximas a la costa de Portugal.
Los seis pesqueros españoles apresados por Marruecos la pasada semana se encuentran actualmente en la zona militar del puerto de Casablanca.
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