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El ministro de Defensa se encuentra cada vez más aislado en el Gabinete israelí

Mientras la comisión que investiga las circunstancias de las matanzas de refugiados palestinos en Beirut acaba de iniciar sus trabajos, el ministro de Defensa, Ariel Sharon, se encuentra cada vez más aislado en el seno del Gobierno israelí. Los observadores consideran que el primer ministro, Menájem Beguin, acumula datos contra Sharon para forzar su dimisión.

Tras una reunión mantenida con los tres ministros del Partido Nacional Religioso, el primer ministro, Menájem Beguin, afirmó "no haber dudado jamás de la lealtad" de esta formación política, que forma parte de la coalición gubernamental.Sin embargo, los observadores políticos de Tel Aviv están convencidos de que esta lealtad de la que habla Beguin es provisional y condicionada. Según ha podido saber este corresponsal, la principal condición que los dirigentes del PNR han planteado al primer ministro es alejar del Gobierno a Sharon, porque consideran que "su presencia en las filas del Gabinete supone una fuente continua de vergüenza y dificultades".

Esta declaración textual fue lanzada por uno de los ministros religiosos en la última reunión del Gabinete, en la que Sharon se vio sometido a un fuego cruzado de virulentos ataques. El viceprimer ministro, David Levy, dijo: "Toda demora en la evacuación de Líbano nos perjudica. Nuestra presencia allí nos crea cada día nuevos problemas y nos conduce a una situación imposible. Cuanto antes nos vayamosserá mejor".

El viceprimer ministro, Sinilia Erlich, censuró sin ambajes "las declaraciones antiamericanas" del ministro de Defensa, que ha acusado a EE UU de sabotear las conversaciones para alcanzar un tratado de paz entre Líbano e Israel. "Estas afirmaciones", dijo, "son inexactas e irresponsables". El ministro de Comunicaciones y antiguo ministro de Defensa, Mordejai Tzipori, condenó "los ataques injustos e irresponsables lanzados por Sharon contra oficiales superiores".

El Gabinete israelí rechazó finalmente la tesis defendida por Sharon que pretendía vincular la retirada israelí de Líbano con la conclusión de un tratado de paz con este país.

Por primera vez en la crisis libanesa, Sharon no logró contar con el apoyo de Beguin, que no hizo nada para defender al ministro de Defensa ante los duros ataques que estaba recibiendo.

El cerco en tomo a Sharon se está cerrando. Incluso ha sido desautorizado públicamente por su jefe del Estado Mayor, general Rafael Eytan, militar mimado por el ministro de Defensa.

Sharon había declarado -en una entrevista televisada- que el mando militar se vio obligado, durante la guerra de Líbano, a renunciar a movilizar una brigada de paracaidistas porque "el estado de ánimo de sus componentes dejaba bastante que desear debido a las críticas incesantes de la retaguardia".

Eytan dejó en situación falsa a Sharon al rectificar esa declaración en una reunión con los responsables de la redacción de los principales periódicos israelíes. Este tipo de encuentros son confidenciales y las declaraciones son siempre off the record. Pero en esta ocasión el general jefe del Estado Mayor autorizó expresamente que fuesen divulgadas extensamente sus palabras. Algo sin precedentes.

Eytan dijo que la, mencionada brigada fue movilizada en dos ocasiones consecutivas durante la guerra. En resumidas cuentas, se puede decir que prácticamente trató de mentiroso a su superior, el ministro de Defensa. Esto también constituye un hecho sin precedentes en la historia de Israel.

Además, Eytan permitió al comandante de la brigada acusada por Sharon que diese también su versión de lo ocurrido. "No sólo le autoricé a ello, sino que se lo ordené", precisó el jefe del Estado Mayor israelí. El comandante de los paracaidistas calificó las palabras de Sharon como difamatorias y acusó a Sharon de tratar de cargar sus ambiciones políticas sobre las espaldas de los combatientes.

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