Kohl anuncia una 'política de renovación' en Alemania Occidental

El canciller federal alemán, el democristiano Helmut Kohl, anunció "una política de renovación" en su declaración de gobierno ante el Pleno del Parlamento federal (Bundestag), ayer, en Bonn.Una hora y 36 minutos duró la declaración de Gobierno de Kohl, que recorrió, en un discurso gris y sin tonos elevados, los temas centrales de la política, pero sin concretar soluciones. Helmut Kohl dejó en el aire la respuesta a una serie de preguntas acuciantes y prefirió refugiarse en nebulosas apelaciones al cumplimiento del deber y declaraciones generales de principios, mezcladas con referencias nostálgicas a los años cincuenta, los tiempos de Adenauer. Todo ello, adobado con algunas alusiones a la doctrina social católica.

Sobre las nuevas elecciones repitió Kohl que se mantiene la fecha del 6 de marzo, pero no concretó la vía constitucional que seguirá para disolver el Bundestag. Kohl dijo que entrará en conversaciones con todos los grupos parlamentarios y también considerará la posibilidad de una reforma constitucional.

En Bonn hay dudas fundadas de que se llegue a las elecciones en la fecha prometida. La Constitución dificulta la disolución del Bundestag, y hay resistencias a una reforma constitucional, que tendría fuertes connotaciones de casuismo, para resolver el problema actual.

El nuevo canciller hizo un canto a la era Adenauer, "la de más éxito en toda la política alemana", y también a la "economía social de mercado".

En el programa económico del nuevo Gobierno ocupa un papel central el fomento de la construcción, como elemento para impulsar la coyuntura, y también dar rienda suelta a las nuevas tecnologías en el campo de la comunicación, introducir la televisión por cable y otros proyectos, que los socialdemócratas habían rechazado categóricamente.

"Menos Estado y más mercado, menos cargas colectivas y más productividad individual", son parte de las ideas motoras del nuevo programa de gobierno presentado por Kohl.

En política exterior, el discurso deja entrever la mano borrosa del ministro de Asuntos Exteriores, Hans Dietrich Genscher, un conjunto de frases ambiguas que permiten todas las interpretaciones posibles, aunque se advierte una acentuación de la orientación hacia Occidente del nuevo Gobierno: "Vamos a liberar las relaciones germano-americanas de la ambigüedad; fortaleceremos y estabilizaremos la amistad".

El nuevo Gobierno federal apoya la entrada de España y Portugal en la Comunidad Europea". Sobre los trabajadores emigrantes residentes en la RFA, Kohl evitó las referencias discriminatorias hacia los turcos y se limitó a formular tres principios de actuación:

1. Integración de los emigrantes residentes en la RFA.

2. Mantener el cierre de la emigración.

3. Fomento de los incentivos para los que quieran retornar.

Kohl dejó sin responder a las cuestiones Pendientes de la edad de reagrupación familiar y otros problemas que inquietan a los emigrantes.