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CATALUÑA

16 'puntos negros' de Barcelona concentran la mayoría de los accidentes

Dieciséis puntos negros de las carreteras barcelonesas concentran cada año el mayor número de los accidentes de circulación de Cataluña, según datos estadísticos de la Dirección General de Tráfico y de la Dirección General de Carreteras de la Generalitat. Cada uno de estos enclaves peligrosos registró entre los años 1975 y 1979 más de cincuenta accidentes graves, es decir, más de diez accidentes anuales.

Ocho de estos puntos especialmente peligrosos pertenecen a tramos de la carretera Nacional-II (de Madrid a Francia por La Jonquera), que forma parte de la red controlada por el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU). La otra mitad están situados en carreteras traspasadas a la Generalitat y coinciden con los enlaces de vías rápidas de salida de Barcelona con importantes núcleos industriales como Gavà, Viladecans y Mollet del Vallés. Los dieciséis puntos negros de la circulación barcelonesa sumaron más de 850 accidentes entre 1975 y 1979.La carretera más peligrosa es la Nacional-II, que concentra además de los ocho puntos con más, de cincuenta accidentes cada uno, otros nueve tramos de un segundo nivel de peligrosidad, en los que, en el mismo período de cinco años, se han registrado entre veinte y cincuenta choques. El tramo que enlaza Barcelona y Tordera, atravesando las concentraciones urbanas del Maresme, ostenta un récord trágico: en menos de setenta kilómetros existen cuatro puntos, situados en Montgat, Premià de Mar, Mataró y Pineda, en los que se registran más de cincuenta accidentes cada cinco años; en otros dos puntos, situados a la entrada de Arenys de Mar y entre Malgrat y Tordera, la cifra de choques se sitúa entre veinte y cincuenta.

En dirección opuesta, entre Barcelona e Igualada, existen otros cuatro lugares con más de cincuenta accidentes, entre 1975 y 1979, y un número igual de tramos en los que el número de percances se situó entre los veinte y cincuenta. Entre Igualada y el puerto de La Panadella se localizan otros tres puntos de este segundo nivel de peligrosidad. En conjunto, la Nacional-II, a su paso por tierras barcelonesas fue escenario, entre 1975 y 1979 de casi un millar de accidentes, a pesar de lo cual las posibilidades de eliminación de todos estos puntos negros, por parte del MOPU, resultan prácticamente nulas. En opinión de los técnicos, el número de accidentes obedece a las propias características de la carretera, que permite circular a gran velocidad.

En el bloque de carreteras nacionales y comarcales traspasadas a la Generalitat existen otros ocho puntos negros que en el quinquenio 1975-1979 registraron más de cincuenta accidentes. A la vista de los escalofriantes datos estadísticos, la Dirección General de Carreteras de la Generalitat, ha emprendido un plan de obras que desembocará a finales de 1983 en la práctica desaparición de los cruces más conflictivos.

Proyectos de reforma

"Las estadísticas de 1980 y 1981 han confirmado la peligrosidad de estos ocho puntos", ha explicado a EL PAIS Jaume Amat, director general de carreteras de la Generalitat. "En todos ellos hemos contabilizado más de diez accidentes graves durante estos dos últimos años -añadió-, por lo que hemos puesto en marcha los proyectos de reforma que deben reducir su peligrosidad antes del final del próximo año".Tres de los puntos están situados en la carretpra Nacional 152: en el kilómetro 10,1 se registraron entre 1980 y 1981 diecinueve accidentes; en el punto kilométrico 10,2 se contabilizaron otros trece; en el kilómetro 25 de la misma carretera, durante el mismo período, el número de accidentes fue también de trece. En opinión de Jaume Amat, la solución a estos cruces está encauzada: "Los dos primeros puntos coinciden con la travesía de Mollet del Vallés, que va a desaparecer antes de un año con la entrada en servicio de la variante de circunvalación. El tercer punto, en la intersección de entrada a Granollers, quedará eliminado también durante este mismo período". Otro punto conflictivo, en el kilómetro cinco de la Comarcal-245 a su paso por Castelldefels, quedará solucionado con la entrada en funcionamiento de los pasos elevados de peatones por encima de la carretera y de la vía del ferrocarril. El proyecto se realiza en colaboración entre el ayuntamiento, Renfe y la Dirección General de Carreteras. En los dos últimos años se registraron 17 accidentes.

La Comarcal-246

En la Comarcal-246 están los otros cuatro puntos negros: en el kilómetro once, en el enlace entre la autovía y la población de Gavà, se contabilizaron hasta 19 accidentes; en el kilómetro quince, coincidiendo con el desvío hacia Viladecans, hubo otros catorce choques. En ambos casos se ha aprobado ya la construcción de enlaces a distinto nivel, que deben estar en servicio al término de 1983.Los otros dos lugares de alta peligrosidad pertenecen también a la carretera Comarcal-246, pero se hallan enclavados en el interior de Barcelona. Uno corresponde al kilómetro 0, en la misma plaza de España y otro al kilómetro 0,8, en plena Gran Vía barcelonesa. En ambos casos, con 10 y 24 accidentes respectivamente, la solución resulta mucho más problemática, aunque la Generalitat confía en que un nuevo enlace a distinto nivel entre la calle Amadeu Torner y la Gran Vía simplificará enorme mente los movimientos circulatorios de esta última avenida.

En el resto de las provincias catalanas se ha emprendido también el plan de eliminación de los tramos peligrosos, aunque en ningún caso alcanzan el índice de accidentes de las carreteras barcelonesas. El Consell de la Generalitat ha autorizado ya la adjudicación de las obras de construcción de un nuevo puente en el paraje denominado Pont del Catalá, cerca de Tortosa.

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