Asturias, 'ensayo general' del socialismo
El escritor Juan Cueto estima que la moderación derrochada en Asturias por Rafael Fernández González constituye un ensayo general de la política que aplicará Felipe González en el Estado si el PSOE gana las elecciones. Es un hecho difícilmente cuestionable que la peculiar imagen pública conseguida por Rafael Fernández, yendo a postrarse ante la santina en Covadonga, o con su reiterado empeño en crear un gabinete asesor con destacados miembros de la derecha, incluido un ex ministro de Franco, le ha granjeado un respeto creciente entre amplios sectores, muy alejados del socialismo, y ante destacados empresarios y banqueros que encuentran en el un interlocutor más fiable incluso que en los políticos de sus partidos afines.Rafael Fernández, que dirige un consejo de Gobierno de izquierda, en el que figura, muy a pesar suyo, un comunista, se encuentra ahora ante el reto de presentar una gestión eficaz, junto a una buena imagen y un balance muy aceptable en la consolidación de la democracia en el comportamiento colectivo de los asturianos. Justamente el talón de Aquiles de su etapa al frente de la preautonomía, período en la que tuvo como atenuante la falta de medios y competencias necesarias para responder a las exageradas expectativas despertadas en la Asturias urbana, altamente industrializada y mayoritariamente de izquierda, y la Asturias rural de oriente y occidente, con fuerte mayoría de derechas, configuran una región dividida, entre derecha e izquierda, casi al 50%.
El PSOE ha ganado cuantas elecciones se celebraron en Asturias desde la restauración democrática, y volverá a ganarlas con seguridad el 28 de octubre. La escisión de UCD es el dato más novedoso, y desconcertante dé estos comicios que, según Juan Cueto, "reordenarán" el mapa político asturiano para aproximarlo al seguido en 1936.
Fuerte Incidencia de la empresa pública
La tradición revolucionaria de Asturias se encuentra actualmente mitigada por la ausencia de grandes intereses económicos de confrontación, ya que el papel que debería asumir la burguesía industrial es ejercido en Asturias por el Estado, que ha convertido a un elevado número de asturianos en funcionarios. Así, la Administración se erigió en patrono de la región y el proletariado, en funcionariado.
Los siguientes datos reflejan la fuerte incidencia de la empresa pública en la economía asturiana: re presenta un 20% del producto interior bruto (PIB), el 17% del empleo y el 25% de la inversión. En el sector industrial, la empresa pública supone el 34% del empleo y el 40% de la inversión. Esta circunstancia retrasó la aparición de los efectos de la actual crisis en Asturias, pero cuando las empresas públicas comenzaron a sentirse afectadas, el impacto fue brutal al sumarse a la crisis crónica de esta región, según subraya José Manuel Fernández Felgueroso, presidente de Hunosa. La dependencia de Asturias de la empresa pública se traduce, afirma el profesor Alvaro Cuervo, en una clase empresarial con escasa capacidad de innovación, un comportamiento sindical singular con sesgos negativos tales como el mantenimiento de la rigidez de las plantillas y la ausencia de inquietudes relativas a eficiencia y productividad. Frente a estos aspectos poco tranquilizadores, Prudencio Fernández Pello, presidente de la Cámara de Comercio de Oviedo, destaca la moderación de los planteamientos sociales que actualmente presenta Asturias en oposición a su conflictividad social, tradicionalmente ligada a la minería.
Al mirar hacia el futuro, Fernández Felgueroso considera que la empresa pública no debe aumentar en Asturias, sino perfeccionarse. En su opinión, es una necesidad urgente crear una nueva acería en Ensidesa -"cuestión" afirma, "de vida o muerte para esta empresa"-; estabilizar Hunosa con el cumplimiento del plan de reconversión ya en marcha para hacerla competitiva con las hulleras de la CEE; convertir la agricultura y la anadería en palancas revitalizadoras de las zonas oriental y occidental; y lograr unas salidas óptimas hacia el este por carretera y ferrocarril, para restar dificultades al enlace con el gran área de desarrollo español, que se extiende desde el País Vasco hasta Valencia y Alicante, que a su vez va a estar cada vez mejor comunicado con Europa.
Los sectores naval y siderúrgico, principales afectados
Alvaro Cuervo, catedrático de Economía de la Universidad de Oviedo, defiende la creación de instancias capaces de llevar a cabo una concertación (de los sectores público, privado y sindical) que permita finalizar los procesos de reconversión y centrar la atención en la reindustrialización de Asturias. Este profesor entiende que la clave de este objetivo reside en la capacidad operativa de la nueva Administración autonómica, que debe dirigir y seleccionar los estímulos imprescindibles para alcanzar la concertación ante las prioridades establecidas. La primera experiencia de concertación deberá ser aplicada en el triángulo de la zona central de Asturias, cuyos vértices son Oviedo, Gijón y Avilés, con un equipamiento social conjunto.
El profesor Cuervo alude a la singularidad del predominio de los productos básicos tanto en la agricultura como en la industria de la estructura económica asturiana, si primera, y de forma especial la leche, puede competir con ventaja en la CEE. El problema más grave afecta hoy a los sectores industriales naval (Astilleros de Gijón) y siderúrgico, en proceso de reconversión y a las industrias básicas (aluminio y cinc), plenamente alcanzadas por la crisis.
La apertura física a los mercados españoles con la autopista hacia la meseta castellana, de pronta inauguración, el nuevo trazado de Renfe, con doble vía, para atravesar la cordillera al objeto de facilitar la comunicación con Europa son, para Alvaro Cuervo, proyectos en os que Astunas debe volcar todo su esfuerzo.
Los problemas de estructura y productividad existentes en importantes sectores asturianos como el campo, el carbón y la siderurgia son solubles, en opinión de Prudencio Fernández Pello, si se abordan con tesón. Este optimismo es compartido por Alvaro Cuervo a condición de que los asturianos sean capaces de utilizar la imaginación al visualizar los proyectos de futuro y de organizar instancias de concertación eficientes.
Alvaro Cuervo cree como Fernández Felgueroso que el simple juego de la libertad económica no conduciría a esta región a la salida de la crisis y menos, al necesario cambio de estructuras y a la reindustrialización. Por el contrario, el presidente de Hunosa argumenta que a las empresas públicas radicadas en Asturias les corresponde el importante papel de hacer de locomotoras de la economía regional mediante la participación en sociedades de nueva creación en la zona central, donde se encuentran situados los grandes núcleos de población, la siderurgia y las cuencas mineras.
La ausencia en esta ocasión de cualquier opción electoral regionalista revela que las inquietudes asturianas se refieren hoy casi exclusivamente a la situación económica de Asturias, cuya vocación española queda plenamente confirmada en iniciativas como la Fundación del Principado de Asturias.
Al lado de estas inquietudes aparece con nitidez la tradición democrática de los asturianos, que han demostrado hasta ahora una indudable madurez al protagonizar la transición sin traumas y el emitir de forma estable su voto en cuantas ocasiones fueron convocados a las urnas.
En fin, Manuel Fernández de la Cera, catedrático de Filosofía de instituto y periodista, valora de forma altamente positiva la decisión de los cinco principales partidos de encabezar sus candidaturas con personas aún modestas, pero asturianas: Pedro de Silva (PSOE), Matías Rodríguez Inciarte (UCD), Alejandro Rebollo (CDS), Juan Luis de la Vallina (AP) y Horacio Fernández Iguanzo (PCA).
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