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Un baño de sangre

( ... ) Se discuten e investigan las implicaciones militares y políticas en la trama golpista del 27-O. Lo que puede asegurarse, sin ningún tipo de reservas, es que iba a producirse un baño de sangre. Desde la arcaica toma del Congreso de los Diputados, las organizaciones de extrema derecha susurran: "Esto se hubiera evitado al principio con unas gotas de sangre; ahora tendrán que morir muchos". Se refieren, naturalmente, a la posibi lidad de haber abortado el proceso democrático desde sus orígenes remotos. Con unas gotas de sangre, con una noche de los cuchillos largos, los procuradores de las Cortes orgánicas no se hubiesen visto obligados a ceder en sus inamovibles principios mientras se resquebrajaba el corrompido sistema franquista.Algunos de aquellos hombres públicos que contribuyeron a derrumbar su propio decorado suspiran hoy por retornar al poder. Como son una minoría alientan operaciones fulminantes. Por ejemplo, el término "anulación" de los mandos puede tener un crudo significado: o te sumas al alzamiento o sufres un disparo a quemarropa. La Zarzuela, la Moncloa y otros centros neurálgicos de la vida política sólo pueden ocuparse con un saldo importante de muertos. ¿Y después qué? En el caso improbable de que los guerrilleros hubiesen tenido éxito, sometiendo la libertad recobrada por un país que en su inmensa mayoría, ha optado por otras soluciones, ¿cuál sería el programa de gobierno de la Junta Militar? Por lo pronto tendrían que ampliar las ejecuiciones, las desapariciones. Las imágenes de brutalidad, el exceso sanguinarío, habrían de fijarse en la población para aplastar todo brote de resistencia. ¿Aceptaría el viejo y sabio pueblo español raciones de retórica imperial para compensar el hundimiento en el tercerniundismo? El paro, la inflación, la crisis industrial, la competencia internacional, ¿se solventarían con la prohíbición de hablar de ello?

Los golpistas impenitentes basan sus incansables intentos en que la democracia funciona mal. Pero lo que de verdad les preocupa es que acabe por funcionar bien (...).

11 de octubre.

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